¿Por qué nunca debes manejar en sandalias?
Es común que en verano quieras conducir con sandalias o chanclas por lo cómodas y frescas que son. Te explicamos por qué no debes hacerlo
El calor se siente cada vez más fuerte y es probable que, cuando vayas a la playa, a la piscina o a otro lugar, quieras manejar con sandalias o chanclas para estar más fresco. Sin embargo, esto puede ser peligroso.
Un artículo del portal Autocosmos advierte que manejar con ese tipo de calzado pone en riesgo tu vida y la de tus acompañantes. ¿Por qué? A continuación te explicamos los motivos por los cuales manejar tu auto con sandalias es una mala idea.
- No tienes el apoyo suficiente para pisar los pedales. Tu tobillo no tiene soporte y cuando quieras realizar alguna maniobra de emergencia, correrás el riesgo de lesionarte.
- Los movimientos de tus pies serán dos veces más lentos que con zapato normal. Si tienes que frenar tardarás más en hacerlo, y si tienes que pisar el embrague, tus movimientos serán más torpes y peligrosos.
- Las sandalias están hechas de material deslizante y además de perder contacto con la superficie de los pedales, le resta sensibilidad a tus pies.
- Es muy fácil que los pedales puedan atorarse entre tu pie y la sandalia y hacer que cometas un error al volante.
- Pueden zafarse con facilidad, ya que al no estar sujetas a tu pie ni darle soporte, con el más pequeño movimiento puedes perderlas en el piso del vehículo.
- En caso de un accidente tus pies estarán completamente desprotegidos. Puedes romperte el tobillo o sufrir una lesión más grave.
Recomendaciones:
Trata de tener un par de zapatos adecuados para manejar y cambiar tus chanclas antes de comenzar a conducir. Unas zapatillas, zapatos con una buena suela de agarre o tacones bajos serán una buena opción. Las chanclas déjalas para la playa o al momento de tomar un baño.
Con información de: Univisión/Autocosmos