¿Qué significa las 11:11 y por qué algunos piden un deseo?
¿Tu reloj marca las 11:11 y pides un deseo? Te explicamos cuál es el poder de estos números y lo que dice la ciencia al respecto
Lo que hay detrás de las 11:11
Quizás has visto en tus redes sociales que, algunos de tus amigos o amigas, comparten la imagen cuando su reloj marca las 11:11 y piden un deseo. ¿Por qué lo hacen o qué de especial tiene?
El portal Vix menciona que existen dos vertientes para explicar este fenómeno:
- 1. La numerología: De acuerdo con este sistema de creencias, los números repetidos tienen un gran poder y nos transmiten mensajes importantes. Por ello, si un número se presenta ante ti con frecuencia (individual o repetido), debes prestarle atención.
El sitio especializado en astrología Astrostyle explicó que el 11:11 o 1:11 es un símbolo mágico. En el tarot, la primera carta es El Mago, por lo que este número se interpreta como un llamado a un nuevo despertar espiritual. También es como una palmadita en la espalda que te da el universo para decirte que vas en la dirección correcta.
Por su parte, Doreen Virtue, terapeuta especializada en ángeles, y autora del libro Angel Numbers 101, detalla que una secuencia de números 1 simboliza un instante perfecto para poner tus pensamientos en acción. Por ello es importante que lo que desees esté en sincronía con tus objetivos.
- 2. Lo que dice la ciencia: Para expertos en psicología, a lo largo del día, alguien revisa su reloj cientos de veces, pero si coincide y son las 11:11, él o ella lo interpretará como una señal porque eso es lo que quiere creer. Como las demás horas no significan nada especial, pasan desapercibidas y no se les da importancia.
Básicamente, la ciencia todo está en la mente, pues sostiene que las 11:11 no representan nada más único que las 2:15 o las 21:35.
En conclusión, todo depende de tus creencias. Tal vez las 11:11 sean un buen pretexto para reconsiderar en qué situación te encuentras y a dónde quieres dirigirte. Pero eso sí, no olvides hacerlo con la información pertinente, pues tomar buenas decisiones no debe dejarse a la suerte.
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