¿Qué pasa realmente con un cadáver que se hincha mucho?
¿Un cadáver podría "explotar"? ¿Por qué podría lucir hinchado o desfigurado? Una patóloga explica qué sucede con un cuerpo sin vida en las primeras horas de muerte
Algunas personas relatan haber escuchado una pequeña explosión estando junto al féretro en un velorio u otras cuentan haber visto a un cuerpo sin vida botar líquido y sangre por sus orificios al cabo de unas horas. Pero, ¿es posible que un cadáver explote?
La Dra. Mileida Bohorquez, médico patóloga forense, señala que en realidad no se trata de una explosión como tal y que depende de la situación en la que se encuentre la persona sin vida. Sin embargo, por lo general, primero pasa por un proceso de hinchazón.
¿Por qué se hincha un cadáver en las primeras horas de muerte?
“Cuando la persona fallece comienzan a proliferar las millones de bacterias que tenemos dentro, sobre todo dentro del intestino, y se producen gases. Esos gases son los encargados de que el cuerpo se hinche”, explica la especialista para una publicación en sus redes sociales.
Asimismo, por ejemplo, cuando una persona muere por sumersión, es decir, cuando muere ahogada; el cadáver flota o se eleva a las 48 a 72 horas por los gases de putrefacción, la cual se da de forma más rápida.
¿Un cadáver puede explotar cuando está muy descompuesto?
Una etapa de putrefacción avanzada en el cadáver recibe el nombre de fase enfisematosa, que se caracteriza por una gran producción de gases, lo cual le da un aspecto desfigurado y abombado al cuerpo.
Toda esta cantidad de gases puede protruir o desplazar hacia adelante los ojos, la boca y sale la lengua, el recto, el útero, entre otros, y el abdomen luce muy hinchado, como si fuera a estallar.
De acuerdo a la Dra. Bohorquez, si a un cadáver se le ha realizado una autopsia, es posible que tal cantidad de gases abran la herida o la sutura se pueda despegar. Por ende, puede salir el contenido que el cuerpo tiene adentro si continúa la putrefacción.
“De hecho, cuando se va a realizar la incisión, se colocan unas sábanas protectoras, se mete la mano por debajo de la sábana para poder abrirlo porque eso explota a presión”, cuenta la patóloga.
Por el contrario, un cadáver que no ha sido expuesto a una necropsia, por lo general, solo llega a un máximo de inflación y luego comienza a desinflamarse. Después, entra la fase licuefactiva, que resulta en una transformación del tejido interno a una masa viscosa líquida.
Es decir, aquí empiezan a desintegrarse todos los órganos del cuerpo sin vida, los pulmones, el corazón, el hígado, etc. De esta manera, el cadáver no explota realmente, solo pasa por su proceso esperado de putrefacción.