¿Por qué le puede caer un rayo a una persona de forma inesperada?

Un impresionante video muestra el impacto de un rayo en un jugador de fútbol, quien perdió la vida tras no poder superar las lesiones de esta fuerte descarga eléctrica. El lamentable accidente sucedió frente a los espectadores en el estadio Coto Coto en Huancayo, en la región Junín, Perú. 

Otros seis jugadores en el campo de juego también cayeron al suelo al instante tras la descarga, además de quedar heridos y en estado de shock, por lo cual permanecen en observación médica. 

Además de la falta de precaución, se conoce que este trágico hecho es consecuencia de que el lugar no contaba con pararrayos y en el tiempo en el que se daba lugar este partido de fútbol se desarrollaba una tormenta eléctrica. 

¿Es realmente peligroso estar en exteriores cuando hay una tormenta eléctrica? 

Es importante tener en cuenta que las tormentas eléctricas son fenómenos naturales que promueven potentes descargas electrostáticas cuando un rayo impacta sobre la tierra con gran fuerza, por lo que sí representa un peligro para todo ser vivo. 

Estos son los llamados rayos nube-tierra puesto que el impacto se produce en el suelo o tierra, pudiendo no solo herir o quitar la vida de humanos y animales, sino también destruir estructuras importantes y causar siniestros como incendios.

“Se calcula que diariamente hay unas 2000 tormentas activas y que caen aproximadamente 40 rayos por segundo en la Tierra. Algunas investigaciones apuntan que se podría estar produciendo un aumento de las tormentas eléctricas a causa del cambio climático”, señala en el portal de Soluciones en Ingeniería Eléctrica. 

¿Qué puede producir el impacto de un rayo en una persona?

Los rayos pueden alcanzar picos de corriente de 200 000 amperios y una tensión de cientos de millones de voltios. Por ello, en el cuerpo humano podría provocar quemaduras muy graves y hasta con un alto riesgo de muerte. 

De acuerdo a un informe de National Geographic, se calcula que cada año caen rayos sobre 240 000 personas en todo el planeta, y algunos estudios sugieren que podría ser la causa de entre 6 000 a 24 000 muertes al año. 

Se estima, además que los rayos golpean a unos 432 522 kilómetros por hora y pueden alcanzar los 30 000 ºC, lo que es cinco veces más caliente que la superficie del Sol.

Sin embargo, en otros escenarios un poco más alentadores, es posible también que una persona sobreviva al impacto de un rayo ya que la onda este tipo de descargas puede darse de manera tan rápida que pueden causar lesiones menos riesgosas. 

“La variedad de lesiones es sorprendentemente diversa. Hay efectos inmediatos como quemaduras en la piel, pelo chamuscado, daños oculares por la luz brillante, daños neurológicos, daños en los órganos internos, pérdida de audición y paro cardíaco”, señalan.

Asimismo, otras personas indican tener lesiones y dificultades a largo plazo como pérdida de memoria, dolores de cabeza, dolor crónico, falta de concentración e incluso cambios en la personalidad que incluyen depresión y otras tendencias. 

¿Qué factores influyen para que una persona reciba una descarga eléctrica? 

La ciencia que estudia estos fenómenos que dejan víctimas mortales recibe el nombre de “keraunopatología” (del griego keraunós, rayo) y revisa las causas detrás de estos trágicos sucesos.

“Algunas víctimas son alcanzadas directamente por el rayo, otras al tocar o estar cerca de objetos que son alcanzados. Algunos se electrocutan a través del suelo. Ocasionalmente, las personas se cargan tan positivamente que los rayos salen de sus cuerpos hacia una nube de tormenta”, explican en el National Geographic.

¿Cómo evitar ser víctima de un rayo por tormentas eléctricas?

Si bien es ideal seguir la información del tiempo ante la llegada de tormentas eléctricas, lo cierto es que puede aparecer también de forma inesperada para uno; por ende, es de suma importancia buscar un buen refugio al interior de un edificio o un vehículo, estando lo más alejado de exteriores y espacios abiertos. 

No se recomienda aislarse debajo de árboles altos y aislados ya que uno puede ser alcanzado de igual manera o ser lastimado ante la destrucción del mismo. 

Si no existe un refugio tal cual y te encuentras en un campo abierto, los especialistas aconsejan hacerse pequeño, juntar la piernas, las manos hacia las rodillas y mantener la cabeza agachada y metida lo más posible para evitar ser un blanco fácil.