¿Qué hacer si agreden a tu hijo?
"Si te pegan, pégale más duro" ¿Esta es la respuesta que le das? Una especialista en educación de familias te explica cómo orientar a tu hijo si llegara a ser agredido
Una situación muy frecuente entre niños pequeños es el conflicto que se puede crear durante un juego o incluso en una situación cotidiana, lo que puede terminar en golpes y llanto. Por ello, como padres, es importante cultivar la comunicación asertiva en los hijos.
¿Qué errores debo evitar si mi hijo me cuenta que lo golpearon?
Paola Yepes, educadora de Familias en Disciplina Positiva, explica que es normal que una situación como esta afecte a un padre o madre, al punto de querer proteger a sus niños de manera instintiva.
“Esta situación activa zonas primitivas de nuestro cerebro que nos puede hacer tomar malas decisiones como, por ejemplo, legitimar la violencia como medio para resolver conflictos. (‘Si te pega, pégale más duro’)”, señala la especialista en esta publicación.
Por ende, es importante que esta situación se asuma desde la maternidad o paternidad y no se traslade la responsabilidad de dicha agresión hacia al otro padre o incluso hacia al otro niño o niño que actúo de manera violenta.
¿Cómo evitar que mi hijo vuelva a ser golpeado o golpee a otros?
Yepes indica que es totalmente esperado, por ejemplo, que un niño o niña entre los 2 y 4 años reaccione de esta manera, ya que es una edad en la que aún están en un proceso de aprendizaje sobre cómo gestionar sus emociones y los padres cumplen un rol importante.
De acuerdo a la especialista, algunas preguntas que los padres deben responder frente a este tipo de situaciones son:
- ¿Qué herramientas le ofrezco a mi hijo o hija para que exprese sus emociones, de tal manera que no se lastime a sí mismo ni a los demás?
- ¿Enseño a mi hijo o hija lo que significa ser respetado y respetar a otros?
- ¿Enseño a mi hijo o hija que sus límites son importantes?
Por ejemplo, Yepes recomienda practicar la la dinámica del “semáforo de los amigos”, el cual consiste recrear un situación de conflicto en donde el pequeño es lastimado:
- Verde: “Si se detiene puedes seguir jugando. Si continúa, puedes retirarte”
- Amarillo: “Puedes decirle ‘no te permito que me pegues o no podré seguir jugando contigo”
- Rojo: “Si otro niños te pega. Puedes pedir ayuda”
De esta manera, se le puede enseñar al infante ciertas lecciones que lo ayudarán a manejar una próxima experiencia si esta se repite:
- La violencia no es permitida y nunca está justificada.
- Puedo pedir ayuda.
- Puedo expresar mi descontento, marcar límites y retirarme para que no me lastimen.
- Soy un niño que merece ser tratado con dignidad y respeto.
Finalmente, la especialista recomienda mirar estas experiencias como una oportunidad, donde se le enseñe a los niños que pueden resolver un conflicto de forma asertiva y en un entorno en el que se sientan seguros y confiados.