¿Por qué los embutidos se ponen pegajosos y qué pasa si los consumes?
¿Cómo saber si ya el jamón ya se echó a perder o aún puedo consumirlo? Una especialista te explica qué significa que un embutido se ponga meloso y en qué caso te podría enfermar
Si has notado que el jamón está pegajoso o las salchichas tienen un aspecto baboso, probablemente piensen que ya se echaron a perder, lo cual es cierto, pero no en todos los casos. Debes verificar ciertas características y el tiempo de conservación de estos alimentos.
¿Por qué los embutidos se ponen pegajosos?
Mariana Zapién, ingeniera en alimentos (@ingdetusalimentos), explica que cuando un tipo de embutido, como el jamón, está pegajoso se debe a debe primero a la forma en la que está compuesta y no solo por el crecimiento de microorganismos.
“El jamón es un alimento que consiste en proteínas y diferentes ingredientes que le dan ese color y esa consistencia muy similar a una gelatina. Con el paso del tiempo y el deterioro, puede expulsar parte de esa agua y proteína que está contenida en el jamón”, señala la especialista en una publicación para sus redes sociales.
Esta expulsión de agua y proteína causa que la textura del jamón o el tipo embutido cambie y tenga un aspecto viscoso o meloso. Este resultado generalmente depende de factores como la temperatura o la humedad.
¿Los embutidos que se ponen pegajosos ya se han echado a perder?
Por otro lado, el aspecto viscoso es una señal de que el jamón está iniciando su proceso de descomposición. De acuerdo a Zapién, esto ocurre por un mal manejo del producto, cambios de temperatura, mal almacenamiento, etc.
“Hay un crecimiento de bacterias, específicamente las del género leuconostoc. Esas bacterias producen unas sustancias llamadas exopolisacáridos que hacen que la superficie del jamón se sienta babosa o pegajosa al tacto”, agrega.
¿Todavía puede consumir un embutido que se ha puesto pegajoso?
Es importante tener en cuenta que el jamón cortado y refrigerado solo dura cuatro días en la refrigeradora. Si bien todavía se podría consumir, debes verificar que no tenga otras características, de lo contrario, te puede enfermar.
“Que no tenga mal olor u otras señales de deterioro, como por ejemplo el cambio de color o la generación de gas en el envase. Si no, es mejor descartar el producto”, indica la especialista.
Asimismo, ten en cuenta que lavarlo para cocinarlo no es la mejor opción, ya que eso no va a eliminar las bacterias que se están desarrollando. Si ya pasó más tiempo del indicado, lo mejor es botarlo y lavarte las manos.
Comer un tipo de embutido o jamón echado a perder, puede causarte una intoxicación gastrointestinal junto a síntomas como náuseas, diarrea, vómitos, fiebre y dolor abdominal.