¿Qué pasa cuando guardas latas de leche en el refrigerador?

¿Sueles guardar latas abiertas en la refrigeradora? Ya sea el tarro de leche, conservas de atún o frutas, este es un hábito que debes eliminar inmediatamente, ya que no es ninguna forma óptima de prolongar la vida útil de los alimentos ni mucho le hace bien a tu salud.

¿Por qué no debes guardar latas abiertas en la refrigeradora?

Las latas de metal son un tipo de recipiente que conserva muy bien la leche y otras conservas, siempre y cuando se mantengan cerradas. Sin embargo, al abrirlas y ser refrigeradas, el material se deteriora.

Es decir, el contacto del metal con los alimentos, por ejemplo, la leche junto al oxígeno puede causar manchas de óxido en la lata, lo que no solamente altera el olor, sabor, textura e incluso nutrientes, sino que también es totalmente perjudicial para la salud. 

¿Cómo refrigerar el tarro de leche o latas de atún?

Simplemente, no lo hagas. Es mejor almacenar la leche, atún y otros alimentos enlatados en una botella de vidrio o recipientes herméticos para luego colocarlos en la refrigeradora bien cerrados o sellados para evitar que se contamine con otros alimentos.

Asimismo, con el fin de conservar los nutrientes que tienen estos alimentos, es necesario refrigerarlos a una temperatura fría constante. En el caso de la leche, es mejor guardarla en la parte más fría del refrigerador y se recomienda consumirla en cuatro a cinco días como máximo.

¿Y qué pasa si guardo la olla con comida en la refrigeradora?

Guardar la olla con comida en la refrigeradora es poco higiénico y, por lo tanto, peligroso para la salud. Las sobras de la comida preparada pueden contaminarse con los alimentos crudos y otros que ya están cocidos. 

De la misma forma con las latas o tarros de leche, el metal con el que está hecho una olla puede oxidarse por el ambiente completamente húmedo dentro de la refrigeradora, lo que puede también contaminar los alimentos e incluso causar una intoxicación.

Lo recomendable es guardar la comida preparada en tuppers y no olvidar sellarlos muy bien, así como consumir el contenido en un plazo de cuatro días como máximo.