Truquitos para calmar el llanto de tu bebé en segundos
Aunque no tengas hijos, estas técnicas te ayudarán para cuando veas a un bebé llorando desconsoladamente
Uno de los momentos más duros y desesperantes, de toda madre o padre, es ver que su bebé estalla en llanto y nada puede calmarlo.
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Aunque los motivos por los que un bebé llora pueden ser varios, como hambre, frío, pañal sucio u otros, si se descubre la necesidad que lo motiva, es probable que el niño deje de llorar, aunque parezca imposible. El portal El Cofidencial compartió los siguientes truquitos:
1. "La técnica del ommmmmm"
Daniel Eisenman, padre primerizo, emitió en vivo en Facebook como hacía que su pequeño dejara de llorar y de esta forma se hacía viral con más de 25.000.000 millones de visitas.
Como se aprecia en el video de arriba, Daniel mira amorosamente a su hija y emite un sonido tranquilo y largo: "Ommmmm". En solo dos segundos la niña detiene su llanto y su cara comienza a relajarse. Este padre decidió acortar el vídeo y colgar el truco a sus seguidores con el hastag #ComoDetenerElLlantoDeUnBebé.
¿Por qué ese sonido tuvo efecto para calmar a su bebé?
Daniel reveló que cuando la pequeña estaba naciendo, se estaba reproduciendo un vídeo de Youtube de monjes cantando.
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2. Uso de electrodomésticos
Algunos aparatos que tenemos en casa emiten un sonido parecido al "ruido blanco" (que tiene todas las frecuencias a la misma potencia). En Youtube tienes muchos vídeos que tienen este tipo de sonidos. Expertos en pediatría recomiendan su uso cuando todas las demás técnicas de calmar al bebé se han demostrado insatisfactorias.
3. "El sostén"
El doctor Robert C. Hamilton, de Santa Mónica en California explicaba, en su canal, las claves para acabar con el llanto del bebé. Se trata de la técnica de “El Sostén”.
Como muestra el vídeo, el médico coge al pequeño y le dobla sus brazos sobre el pecho. Se debe sujetar al bebé en un ángulo de 45 grados con las dos manos, una entre las piernas y la otra alrededor del cuello, meciendo al niño de arriba a abajo, hacia atrás y adelante y "dándole una ligera sacudida". "Todo debe ser muy suave, sin hacer movimientos bruscos. Se sostiene al niño con la palma de la mano, no con las yemas de los dedos y se apoya la barbilla, de ahí que la mano quede en un ángulo de 45 grados ", aconseja Hamilton.
