7 mitos de la insulina que todo paciente con diabetes debe saber
¿La insulina provoca aumento de peso? ¿Las inyecciones son dolorosas? Conoce la verdad sobre estas y otras dudas en esta nota
La diabetes es una condición en la que el nivel de glucosa (azúcar) en la sangre es más elevado de lo normal y el tratamiento con insulina puede resultar fundamental para las personas con esta alteración. Sin embargo, muchos pacientes se niegan a usarla porque temen las consecuencias.
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Viviana Ulloa, endocrinóloga y gerente médico de Novo Nordisk, presenta y aclara los mitos más comunes sobre la insulina y recuerda que las complicaciones que surgen de una diabetes sin tratar son mucho más inconvenientes que este tipo de terapia.
1. Mito: La terapia con insulina puede causar graves problemas de salud.
Realidad: Las complicaciones a la salud no son causadas por la insulina sino por el inadecuado control de la condición. Si el médico considera que un individuo con diabetes necesita insulina, lo recomendable es que la reciba de forma oportuna para reducir las posibilidades de complicaciones posteriores. Está demostrado que el control adecuado de la diabetes ayuda a prevenir problemas como los eventos cardiovasculares, pérdida de la visión, lesiones en los nervios, entre otros.
2. Mito: La insulina provoca ceguera.
Realidad: No hay evidencia científica que lo demuestre. Por el contrario, si la diabetes no se controla de forma oportuna y se mantienen niveles altos de glucosa en la sangre durante un tiempo prolongado, se pueden dañar los pequeños vasos sanguíneos de la retina (retinopatía diabética), lo que afectaría la visión y pondría en riesgo la capacidad visual de la persona.
3. Mito: Una vez que inicie el tratamiento con insulina la usaré toda mi vida.
Realidad: La duración del tratamiento con insulina depende de muchos factores como el tipo de diabetes, el peso y los hábitos alimentarios.
Algunas personas emplean insulina por un corto plazo para tratarse la hiperglicemia (aumento anormal de la glucosa en la sangre). Sin embargo, otros individuos sí la necesitan por el resto de sus vidas.
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4. Mito: La insulina causa aumento de peso.
Realidad: Tanto la terapia con insulina como algunos de los tratamientos orales tienen impactos similares en el peso de los pacientes. Lo recomendable es consultar al médico o al nutricionista, quien le explicará cómo mantener su peso adecuado a través de dietas y ejercicios.
5. Mito: Las inyecciones son dolorosas.
Realidad: La terapia con insulina es mucho menos dolorosa que otro tipo de inyecciones. Actualmente existen dispositivos tipo lapicero que emplean agujas muy pequeñas y delgadas que disminuyen la sensación de dolor.
6. Mito: La terapia con insulina es complicada e inconveniente.
Realidad: Si bien las primeras insulinas requerían de varias aplicaciones al día, antes de las comidas, actualmente existen opciones que permiten mayor flexibilidad en sus tiempos de empleo.
7. Mito: Si uso insulina, las personas pensarán que estoy discapacitado.
Realidad: Por el contrario, cuando una persona que necesita insulina recibe el tratamiento de forma apropiada y oportuna, evita graves daños a su salud como ceguera, amputación de extremidades, falla renal, etc. En cambio, si la diabetes se controla, los pacientes pueden tener una calidad de vida y una expectativa de vida muy similares a las de una persona sin esta condición.