Unión Europea en alerta ante intento de estafar a los gobiernos con venta fraudulenta de vacunas
Los fraudes relacionados con las vacunas contra el COVID-19 empezaron incluso antes de que se desarrollara el medicamento
La Oficina Europea de Lucha Contra el Fraude alertó sobre las estafas relacionadas a la adquisición de vacunas contra el coronavirus. Según la entidad, los traficantes de medicamentos intentaron estafar a los gobiernos europeos.
La Unión Europea asegura que para el verano boreal habrá vacunado a toda su población, pero las grandes esperanzas son propias de la otra orilla de la mancha, a la que muchos europeos en estos meses han vuelto la mirada con una profunda nostalgia.
En el continente, la campaña de vacunación ha tenido un despegue lento y tardío, víctima de la burocracia bruselina que de paso dejó el campo abierto para los traficantes de medicamentos.
Los fraudes relacionados con las vacunas contra el COVID-19 empezaron incluso antes de que se desarrollara el medicamento, pero ahora la Oficina Europea de Lucha Contra el Fraude lanza la alarma.
Las ofertas fraudulentas de vacunas para prevenir el coronavirus en el mercado negro ascienden a mil millones de dosis, con un valor potencial de más de 16 mil 750 millones de dolares y hablamos solo de los fraudes detectados.
República Checa parece estar en la mira de estos presuntos intermediarios, el miércoles recibió una oferta para adquirir dosis de la fórmula de AstraZeneca, pero incluso antes de que comenzaran las entregas en la Unión Europea ya había recibido una propuesta parecida por un vendedor de Dubai.
Como Praga, Roma también denuncia presuntas prácticas ilícitas que ofrecen grandes cantidades de la añorada vacuna y no se trata de casos aislados, sino de una tendencia a la alza que se alimenta
de desinformación, críticas e impaciencia ante la desordenada implementación de planes de inmunización europeos y que aumentó drásticamente luego que el 15 de febrero, por primera vez,
Bruselas emitió la alerta sobre ese tipo de estafas.
La Unión Europea, por lo tanto, no solo está luchando contra la pandemia y el negacionismo, sino contra estas ofertas, a menudo, de empresas domiciliadas en países extracomunitarios, lo que complica su identificación y rastreo y que suponen un alto riesgo para la salud de sus ciudadanos, ya que si es difícil verificar la procedencia de estos vendedores lo es aún más comprobar la de los fármacos que deberían garantizar la vuelta a la normalidad en el viejo continente.