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    Peruano es considerado un héroe por salvar judíos durante el Holocausto

    José Maria Barreto, el Cónsul General de Perú en Ginebra recibió el título de "Justo de las Naciones" por el museo del Holocausto Yad Vashmen de Jersualén.

    Peruano es considerado un héroe por salvar judíos durante el Holocausto

    El museo del Holocausto Yad Vashem de Jerusalén ha otorgado el título póstumo al diplomático José María Barreto en reconomiento de "Justo de las Naciones" con su contribución de salvar judíos en Suiza durante la Segunda Guerra Mundial.

    En 1938, el gobierno peruano le dio instrucciones a todos sus cónsules en Europa a no ofrecer visas a immigrantes extranjeros, especialmente si se trataba de judíos.

    Abraham Siberchein, jefe de RELICO, una organización de ayuda para judíos fundada en Suiza por el Congreso Mundial de Judíos, se acercó a Joé Maria Barreto, el Cónsul General de Perú en Ginebra para pedirle que les ofrezca pasaportes peruanos a judíos que estaban bajo el mandato de los alemanes. 

    Durante el verano de 1943, la policía sueca le pidió a la Embajada Peruana que explique el asunto de un pasaporte peruano otorgado a un peruano judío llamado Gunther Frank. Mediante una carta, Barreto contestó que había autorizado 27 pasaportes nacionales a 58 judíos – entre ellos 14 niños – por petición del Comité para la Protección Intelectual del Refugiado con el objetivo de salvar la vida de las personas en los campos de concentración alemanes.

    El incidente captó la atención del Ministro de Exteriores peruano, quien ordenó la cancelación de los pasaportes y cerró el consulado peruano en Ginebra. Además, Barreto fue despedido de su cargo y echado de la Cancillería peruana.

    En un carta escrita el 27 agosto del 1943, Silberschein describió los nobles esfuerzos de Barreto.

    "Barreto, profundamente conmovido por el sufrimiento de millones de seres humanos en los países ocupados, quiso participar en ayudar a aliviar la situación de estas personas inocentes, y decidió acceder y proveernos de un número determinado de pasaportes para que pudiéramos enviarlos a diferentes personas en países bajo control alemán", afirma

    El dirigente judío subraya en la carta, además, que "Barreto estaba convencido de que por medio de esta acción decididamente humana salvaría a un número de personas".