Hoy:

    Fidel Castro sufrió más de 600 atentados contra su vida

    El denominado padre de la Revolución cubana falleció este sábado a los 90 años 

    Con sus 90 años, Fidel Castro es un sobreviviente comunista en un mundo capitalista. Y es que casi no hubo presidente en la Casa Blanca que no intentó deshacerse del comandante de una vez por todas. 

    De los 638 intentos de asesinato contra Fidel Castro, planeados por la CIA, más de un centenar llegaron a ejecutarse. 

    El líder cubano tuvo más de una novia, entre ellas Marita Lorenz, espía de la CIA. Lorenz habría sido enviada a Cuba con capsulas de veneno escondidas en su maleta. Fidel Castro le preguntó sin tapujos: “¿Has venido a matarme?” Ella respondió que sí. El comandante le entregó su pistola y le dijo: “Hazlo”. Pero ella no pudo. 

    En 1975 el Comité de Inteligencia del Senado estadounidense no quiso desaprovechar las debilidades de Fidel Castro por el mar. El comité afirmó que había pruebas concretas “de un plan para obsequiar a Castro con un traje de neopreno forrado con esporas y bacterias que le provocarían una grave enfermedad en la piel”. Este plan, supuestamente, involucraba a James B. Donovan, un abogado estadounidense que debía entregar a Castro el mencionado traje mientras negociaba para liberar a los prisioneros de la bahía de Cochinos. Pero el plan fue abortado y es que, según AP, en ese mismo año, Donovan le entregó a Fidel Castro un traje de buceo diferente por iniciativa propia. 

    Pluma-jeringa hipodérmica: La CIA suministró una pluma estilográfica con una aguja hipodérmica tan fina que Fidel no podría darse cuenta cuando alguien chocara contra él inyectándole un potentísimo veneno. Este plan también falló. 

    Diversas investigaciones informaron que supuestamente la CIA habría intentado eliminar a Fidel Castro con un explosivo envuelto en un puro. En el año 1967, el diario 'Saturday Evening Post' informó que la Agencia ofreció a un oficial de la Policía de Nueva York llevar a cabo el plan durante la visita de Castro a las Naciones Unidas en septiembre de 1960. El atentado no se realizó. 

    La CIA continuó con sus intentos de acabar con la vida de Fidel Castro tras el fallido plan del puro explosivo. Esta vez, la agencia contrató a un agente doble para que envíe al líder cubano un puro envenenado con toxina botulínica, que terminaría con la vida de Castro en poco tiempo. No obstante, si bien el agente recibió el puro envenenado, no fue capaz de llevar a cabo el plan. 

    El atentado en contra de Fidel Castro que más llamó la atención fue el de la caracola explosiva. Y es que la CIA sabía que a Fidel le gustaba bucear, es por ello que planeó colocar un artefacto explosivo en una concha de caracol en uno de los lugares favoritos del líder cubano.  Esta nueva “arma” fue preparada con colores brillantes con el fin de llamar la atención de Castro. Una vez más, el plan falló. 

    Junto a los puros y su gorra intelectual si hay algo que caracterizaba a Fidel Castro era su barba.  Cuando derrocó a Batista prometió no cortársela hasta que no hubiera logrado sus objetivos de justicia social. En 1975, la CIA pensó que si Castro se quedaba sin barba, su imagen vería irremediablemente debilitada y para eliminarla contempló poner un químico en los zapatos de Fidel o en los puros. 

    La CIA estaba obsesionada por terminar con Fidel Castro. La agencia estadounidense consideró enviarle un pañuelo impregnado con bacterias que le provocarían una letal enfermedad. Tampoco funcionó. 

    Tras tantos intentos para asesinar a Fidel Castro, la CIA optó por replegar conformarse con desacreditarlo, es por ello que pensó en rosear una estación de radio donde Castro estaba dando una transmisión en directo, con un aerosol que contenía una sustancia similar al LSD.

    La idea era que cuando Fidel enloqueciera mientras se dirigía en vivo a la nación, los cubanos pensaran que su líder había perdido la razón y dejaran de confiar en él. 

    Lo más cerca que estuvo la CIA de matar a Fidel Castro fue en 1963 cuando intentó hacerle llegar un batido mortal. La suerte estuvo del lado del comandante, pues la pastilla de veneno se quedó pegada a la nevera. 

    A lo largo de sus 90 años, Fidel Castro sobrevivió a todo: a diez presidentes estadounidense, a cinco Papas, a un embargo económico y a la guerra fría.