Atentado en Niza: asesino pasó de ser un delincuente "mujeriego" a repentino radical
El cambio que transformó a este hombre sigue siendo difícil de determinar
El autor de la matanza de Niza, Mohamed Lahouaiej-Bouhlel, era hasta hace algunos meses un hombre "mujeriego", adepto al físico-culturismo, violento con su esposa y nada religioso, antes de convertirse y radicalizarse rápidamente.
El cambio que transformó a este hombre, nacido el 31 de enero de 1985 en Msaken, en las afueras de Susa, en Túnez, sigue siendo difícil de determinar.
El sábado, el ministro del Interior francés Bernard Cazeneuve afirmó que, en base a testimonios de allegados, el atacante "se radicalizó muy rápido".
Entre los cientos de testigos interrogados desde el jueves de noche, varios mencionaron que el hombre mostró signos de religiosidad, reveló a la AFP el domingo una fuente cercana del caso.
Llegó a Francia desde Túnez en 2005 y regularizó su situación al año siguiente. Se casó con una francotunecina residente en Niza, con la que tuvo tres hijos. La pareja, en proceso de divorcio, se vestía a la usanza occidental, según los testimonios recabados por la AFP.
Su padre, Mohamed Mondher Lahouaiej-Bouhlel, interrogado por la AFP en Túnez, había perdido el contacto con su hijo desde hacía tiempo. Pero recuerda a un joven que "no tenía ningún vínculo con la religión". "No rezaba, no ayunaba, bebía alcohol e incluso se drogaba", explicó.
- 'No bebo'
En el pequeño gimnasio de Niza donde se entrenaba hasta hace unos dos años, Mohamed Lahouaiej-Bouhlel es recordado como un hombre "fanfarrón", un "mujeriego" un poco "pesado", contó un testigo. Allí, el hombre seguía cursos de salsa y "venía a hacer deporte para ponerse guapo (…), trabajaba su cuerpo para gustar", añadió.
En el suburbio del norte de Niza donde vivía con su esposa antes de separarse, también lo describieron de esta manera. "No iba a la mezquita local y bebía cerveza", según explicaron varios miembros de la asociación cultural Niza Norte.
"Yo nunca lo vi en la mezquita", declaró un guardia en un restaurante contiguo a la sala de rezos del barrio. Otros musulmanes practicantes confirmaron esta información.
Después de un enfrentamiento violento con su mujer, ésta pidió el divorcio y Lahouaiej-Bouhlel se mudó a vivir solo en un barrio popular del este de la ciudad, hace al menos 18 meses.
En el pequeño edificio donde vivía, una de las pocas vecinas con quien se relacionaba explicó a la AFP que durante la Eurocopa, Lahouaiej-Bouhlelt le aseguró que no bebía alcohol: "Me reí y le dije 'no bebes, ¿estás ayunando?' y me dijo, 'no, pero no bebo'".
- 'Sufría crisis'
El viernes, el fiscal de París dijo que "era totalmente desconocido para los servicios de inteligencia" y que "nunca había estado fichado ni mostrado el menor signo de radicalización". Sí era conocido en cambio de la justicia por su historial de amenazas, violencia, robo y degradaciones cometidos entre 2010 y 2016.
En marzo, fue condenado en Niza a seis meses de prisión condicional por violencia durante un altercado tras un accidente de tráfico.
Su padre describió a un hombre que entre 2002 y 2004 tuvo "problemas que le provocaron una depresión nerviosa. Acababa irascible, gritaba, rompía todo lo que tenía delante".
Un habitante del edificio donde vivía lo recuerda como un hombre que "sufría crisis". "Cuando se separó de su mujer, defecaba por todas partes, destrozó el osito de su hija con un cuchillo y despedazó los colchones", explicó.
(AFP)