Asesor de Obama: "No tendría sentido" que Trump se aleje de Latinoamérica
Mark Feierstein sostiene que las relaciones de Estados Unidos con la región están "mejor que nunca"
El presidente de EE.UU., Barack Obama, dejará el poder en enero con las relaciones con Latinoamérica "mejor que nunca" en la historia, según dijo a Efe su asesor para la región, Mark Feierstein, quien cree que "no tendría sentido" que Donald Trump cambie demasiado las políticas hacia el continente.
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"Las relaciones (de Estados Unidos) con Latinoamérica hoy son más saludables que nunca", defendió Feierstein, que ocupa el cargo de asesor especial de Obama y director para asuntos del hemisferio occidental en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Por eso, Feierstein cree que, cuando Trump asuma el poder el próximo 20 de enero y "deje atrás la retórica de campaña", tendrá "la oportunidad de estudiar" la situación junto a sus asesores y se dará cuenta de que "no tiene sentido alterar en ningún sentido" unas relaciones con Latinoamérica que están "mejor que nunca".
"En el caso de Cuba, volver a una política que fracasó durante cinco décadas no tendría mucho sentido. En el caso de México, generar antagonismo con un aliado que es tan importante en tantos temas no tendría mucho sentido", afirmó el asesor de Obama en una larga conversación con Efe en la Casa Blanca.
"Dificultar el comercio con una región que es el principal destino para nuestras exportaciones no tendría sentido", agregó.
El principal cambio que ha dejado entrever Trump tiene que ver con el pilar del legado de Obama hacia Latinoamérica: su política de apertura a Cuba, a la que el presidente electo ha prometido "poner fin" si el Gobierno cubano no firma con él "un acuerdo mejor".
El asesor de Obama, sin embargo, está "seguro de que cualquiera que haga una evaluación objetiva de lo que se ha conseguido en los dos años" desde que comenzó el deshielo "se dará cuenta de que tiene sentido seguir con el proceso de normalización".
"La alternativa es volver a una política fracasada. No podemos aislar a Cuba si somos el único país que los aisla", argumentó.
Para Trump, además, será "muy difícil acabar con algo que básicamente beneficia al pueblo estadounidense", como la posibilidad de viajar o hacer negocios en Cuba, o la existencia de una embajada en La Habana, opinó Feierstein.
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La promesa de Trump de construir un muro en la frontera con México y renegociar o retirarse del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) también ha generado inquietud en el país vecino, pero Feierstein cree que el presidente electo se dará cuenta de que EE.UU. "no puede tener éxito sin la colaboración de México".
"Es uno de nuestros socios más importantes en el mundo. No podemos manejar los problemas migratorios sin trabajar estrechamente con ellos, y nuestro comercio con ellos es vital", indicó.
Durante la Presidencia de Obama se ha firmado también la paz entre el Gobierno colombiano y las FARC, y su asesor cree que tanto él como los dos anteriores mandatarios de EE.UU. tienen parte de mérito, porque la ayuda que aportaron bajo el Plan Colombia desde 2000 fue "absolutamente vital para el éxito" de ese proceso.
Otra parte clave de la relación de Obama con el continente ha sido su desembolso de 750 millones de dólares a Honduras, Guatemala y El Salvador para afrontar las causas de raíz que motivan la emigración de sus ciudadanos a EE.UU., y que en 2014 generaron una crisis con la llegada de miles de niños centroamericanos al país.
Feierstein comparó la ayuda a esos países con el Plan Colombia, por ser "un esfuerzo a largo plazo", que ya está "teniendo éxito" en algunos sentidos pero que aún "llevará tiempo".
"La asistencia a estos países también ha aumentado nuestro poder de influencia sobre ellos, dado que el Congreso impuso algunas condiciones para que recibieran la ayuda", recalcó Feierstein.
En cuanto al legado de Obama en Latinoamérica, el asesor cree que consiste en haber desarrollado "relaciones maduras" con "casi todos los países del continente", un avance en el que el acercamiento diplomático con Cuba ha tenido un peso "enorme", porque "ha cambiado drásticamente el tono" de las conversaciones con la región.
Cuando Obama llegó al poder en 2009, el modelo político pujante en la región era la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) impulsada por el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, y que basaba parte de su atractivo en el antagonismo con EE.UU.
Según una fuente del equipo de seguridad nacional de Obama, que habló con Efe bajo condición de anonimato, "el modelo ascendente ahora es muy diferente", como demuestra la llegada al poder de Mauricio Macri en Argentina y Pedro Pablo Kuzcynski en Perú, además de "la transición en Brasil" tras la destitución de Dilma Rousseff.
"Son países que están deseosos de trabajar con Estados Unidos, y nosotros con ellos", apuntó la fuente.
El país de la región que más se le ha resistido a Obama es Venezuela, cuya crisis política "es el mayor reto que afronta ahora el continente" y donde hace falta más "buena voluntad" del Gobierno de Nicolás Maduro para avanzar en el diálogo, según esa fuente.
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Otro bache en el legado de Obama es el hecho de que Trump quiera retirar a EE.UU. del Tratado de Asociación Transpacífico (TPP), algo que la misma fuente lamenta por considerar que supone "ceder terreno a China" en el comercio con Perú, Chile y México. EFE