Tartamudez: por qué se produce y cómo detectarla a tiempo

La atención que los padres le dediquen a la infancia de sus niños, no solo es crucial en su desenvolvimiento físico, sino que también será importante para evitar cualquier condición en el desarrollo del lenguaje, como la tartamudez. 

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De acuerdo a la Dra. Julia Rado, especialista en Medicina Física y Rehabilitación del Instituto de Lenguaje y Aprendizaje, la tartamudez es un tipo de alteración en la fluidez del habla, que pertenece al grupo de las disfemias, por su nombre técnico.

Su diagnóstico se basa en la observación directa del niño respecto a cómo se expresa en su entorno y ante diferentes situaciones. Por ello, la especialista indica que, además de la genética, este trastorno también se basa en otros factores: 

“Es una condición con la que el niño nace, porque tiene su base genética, sin embargo también depende de los factores ambientales y ciertas características de la personalidad del niño que pueden precipitar esta condición”.

¿Es normal que un infante tartamudee? 

Como lo explica la doctora en el video, las alteraciones en el habla y la fluidez son frecuentes en los niños de 2 a 4 años, debido a que es el periodo donde experimentan con su lenguaje. 

Los infantes suelen titubear, empiezan a construir oraciones y repiten palabras, sonidos y sílabas. Sin embargo, es una condición de aprendizaje y desarrollo, por lo que debería ser evolutivo de acuerdo al crecimiento. 

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¿Qué signos presenta un niño con tartamudez?

Por lo general, la especialista recomienda estar a atentos a este tipo de actitudes para tratar la condición a tiempo y evitar que llegue a un nivel crítico:

• Gran dificultad para producir palabras enteras
• Gestos y articulación rígida, debido a los bloqueos de palabras
• Movimientos involuntarios: pestañeo de ojos, fruncir el ceño, tensión muscular
• Comienza a repetir sonidos y sílabas más de 3 veces (“¿Me-me-me-me quieres?” o “Mmmmmmaamá, nnnnnnnnno puedo”)
• Bloqueos emocionales: frustración, vergüenza, timidez, deja de hablar

Asimismo, la Dra. Rado también descartó los motivos falsos por lo que se adquiere esta condición: “la tartamudez no se adquiere por un susto, por cambios bruscos en su entorno familiar, tampoco es contagiosa, y menos se da porque el niño es tímido”.

Por ello, es importante que los padres de familia sepan distinguir entre una condición normal en el desarrollo del lenguaje y las primeras señales de tartamudez, además de realizar una intervención temprana y el tratamiento adecuado.

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