¿Por qué el hombre se pone panzón, incluso antes de los 30?
La barriga abultada o "panza chelera" en los varones tiene diversos factores, más allá de la alimentación no balanceada y los ejercicios
Por lo general, se piensa que los hombres son más propensos a acumular grasa en el estómago, más aún pasados los 30 años. Sin embargo, esa panza abultada o popularmente llamada “barriga chelera” tiene también otras causas particulares.
¿Cuáles son las causas de que un hombre se ponga panzón?
Si bien la edad y los alimentos que uno ingiere son determinantes para un abdomen abultado, también existen otros factores en torno al metabolismo de un hombre:
La grasa en el vientre
Primero debes saber que la grasa subcutánea es aquella que puedes tocar superficialmente en la barriga, el aspecto es de un abdomen flácido y caído. Sin embargo, a mayor profundidad se encuentra la grasa visceral, oculta entre los órganos.
Esta es la que rodea los órganos e incluso actúa como amortiguador ante golpes, pero si es demasiada se vuelve muy insana especialmente para el corazón. Suele incrementarse por una mala alimentación y hábitos, como la vida sedentaria.
Hormonas
De acuerdo a Mariëtte Boon, médico e investigadora coautora del libro Fat Important, la testosterona influye en la acumulación de grasa subcutánea específicamente en la barriga de los hombres, a diferencia de las mujeres que la acumulan en caderas, muslos y nalgas.
Asimismo, a medida que envejecen, la cantidad de testosterona disminuye, lo que causa el atrofia de músculos, menos cabello y más grasa abdominal, entre otras características.
Edad
A partir de la pubertad, las mujeres son más propensas a acumular más grasa que los hombres; no obstante, la tendencia se equilibra a partir de los 30 años.
El metabolismo de los hombres empieza a variar, la grasa aumenta y, si no existe un control y buenos hábitos, el abdomen empieza a crecer.
El alcohol
El nombre de “barriga cervecera” no es por gusto. Se conoce que la cerveza, e incluso el vino y otras bebidas alcohólicas, tienen más de 100 calorías por botella, lo que termina convirtiéndose en grasa.
El alcohol también influye en la distribución de la grasa en el organismo y, además, causa más hormonas del estrés, lo que a su vez genera más apetito por comida y no cualquier comida, sino aquellos ricos en caloría y carbohidratos malos.
Alimentación no balanceada y malos hábitos
Según Ximena Díaz, nutricionista de la clínica Indisa, la acumulación de grasa abdominal se relaciona con una alimentación alta en azúcares y grasas saturadas, es decir, comida chatarra; así como también de una vida sedentaria sin ejercicios.
Ten en cuenta que un abdomen abultado también está relacionado con diversas disfunciones metabólicas, como intolerancia a la glucosa, resistencia a la insulina, altos niveles de triglicéridos y acumulación de grasa en el hígado.
Si sospechas que es tu caso y tienes un abdomen que mide más de 100 centímetros, lo mejor es visitar a un médico y empezar a tomar medidas de precaución como realizar ejercicios diarios y mejorar la alimentación.