Las funciones y el uso correcto del protector solar para cuidar tu piel
Una dermatóloga explica cómo elegir el protector solar ideal para tu tipo de piel y así evitar la aparición de manchas e incluso prevenir el cáncer de piel
Durante el verano muchas personas se preocupan más por cuidar su piel, por ello el uso del protector solar se hace indispensable no solo para evitar manchas y arrugas sino para prevenir quemaduras o incluso el cáncer de piel.
¿Cuál es la función del protector solar?
Un protector solar con un alto factor de protección (SPF) tiene la función de limitar los efectos nocivos de los rayos ultravioleta (UV) del sol que queman la piel.
Cabe indicar que ningún producto protege al 100%; por tanto, es importante usar el producto de manera correcta, reaplicando cada 2 horas, según lo señalado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA).
¿Cuáles son los tipos de protectores solares?
En el mercado existe una variedad de protectores solares, por lo que es normal abrumarse y no saber cuál debes elegir. La Dra. Soky Del Castillo, dermatóloga, explica cinco características del protector solar ideal para ayudarte a escoger el más indicado para tu tipo de piel y tu estilo de vida:
1. Debe protegerte frente a los rayos UVB y UVA: la radiación UVA está en todas partes e incluso atraviesa las ventanas de casa, la oficina u otros lugares, por ello, debes protegerte incluso estando bajo techo.
2. La textura del protector debe ser de acuerdo a tu tipo de piel: si tienes piel mixta a grasa, opta por uno que tenga textura acuosa o fluida. Si tienes la piel seca, lo mejor es uno con textura en crema.
Un dato extra: Las texturas fluidas y acuosas se acomodan a todo tipo de piel.
3. Que no irrite los ojos: que cuando sudes no te arda los ojos, busca un protector con tecnología safe eye.
4. Que sea no comedogénico e hipoalergénico.
5. Que sea resistente al agua, al sudor y a la arena.
¿Cómo usar correctamente el protector solar?
Los dermatólogos recomiendan aplicar el producto media hora antes de la exposición al sol y reaplicar el fotoprotector luego de sudar, nadar o bañarse, secarse con toalla y durante la exposición al sol prolongada.
Asimismo, en el rostro se debe echar aproximadamente la cantidad que llene tus dedos índice y mayor. Finalmente, el protector solar debe aplicarse a toques sobre el rostro y no olvides el cuello y las manos.