Megasismo en Japón: ¿Qué significa y cómo impactaría al Perú?

El 8 de agosto del 2024, un terremoto de magnitud 7.1 golpeó las costas del sur de Japón, lo que causó desde daños menores hasta una advertencia de tsunami. Sin embargo, este suceso activó las alarmas ante un futuro megasismo que puede tener un impacto en Perú. 

¿Por qué Japón emitió una alerta de un posible megasismo?

El 9 de agosto del 2024, un día después del reciente sismo de 7.1 en el país nipón, la Agencia Japonesa de Meteorología (JMA) lanzó una alerta ante la posibilidad más alta de lo normal de que ocurra un “megasismo” o un sismo de gran intensidad. 

De acuerdo al gobierno japonés, ya existe una posibilidad de hasta el 70% de que un megasismo estremezca el país en las próximas tres décadas, debido a la cantidad de energía acumulada en la zona situada sobre cuatro grandes placas tectónicas.

Los pronósticos de los expertos indican que este gran evento telúrico sobrepasaría la magnitud 8 y podría afectar una parte importante de la costa japonesa en el Pacífico y amenazar a unas 300 000 personas. 

¿Qué significa la alerta de Japón sobre un posible megasismo?

En conversación telefónica con ÚtileInteresante.pe, el Dr. Hernando Tavera, presidente del Instituto Geofísico del Perú, explica que el reciente evento de 7.1 en Japón puede ser el inicio del desarrollo de un posible megasismo en algún momento. 

“En esta zona sur de Japón, donde pasó el sismo hace poco, no ocurre un sismo de gran magnitud hace más de 200 años, por lo que hay un alto riesgo de que ocurra, comparable al del 2011 o incluso de magnitud 9”, añade. 

Hasta el momento, si bien no se han realizado evacuaciones; la Agencia Japonesa de Meteorología continúa instando a los residentes en áreas vulnerables a revisar sus preparativos ante desastres y mantenerse alertas.

¿Por qué Japón es un país muy sísmico?

Japón está situado sobre cuatro grandes placas tectónicas, en el Cinturón de Fuego del Pacífico, y es uno de los países con más actividad sísmica del mundo, con unos 1 500 temblores al año.

“En la parte costa sur de Japón es donde colisionan la placa filipina con la placa euroasiática, ahí es donde ocurren grandes sismos. Hace 200 años que no ocurre un sismo de gran importancia en dicha zona y en cualquier momento puede darse”, señala el Dr. Tavera.

Además, los expertos japoneses de la JMA señalan que la fosa de Nankai es una zona con alta actividad tectónica, por lo que un movimiento telúrico en dicha área podría causar un sismo de hasta 9.1 de magnitud, seguido de tsunamis y grandes desastres.

¿Por qué la alerta de megasismo podría tener un impacto en Perú?

De acuerdo al Dr. Tavera, si este megasismo ocurriera como lo han alertado las autoridades niponas, el mayor desprendimiento del suelo estaría en torno a Japón, por lo que América del Sur o el Perú podría recibir los efectos de un tsunami. 

“En el 2011 (terremoto en Japón), tomó alrededor de 21 horas para que el tsunami llegue a las costas peruanas, pero no fueron olas explosivas”, remarca el presidente del IGP, quien además aclara que es posible pronosticar la magnitud, más no el momento de un sismo. 

Asimismo, según el especialista, la alerta de megasismo también está presente en el Perú desde hace varios años. Existe un alto riesgo que frente a la costa central se produzca un sismo de gran magnitud, pudiendo alcanzar los 8.8 a 9.0, debido a la energía acumulada entre las placas tectónicas de Nazca y Sudamericana.

¿Por qué no es adecuado decir “megaterremoto”?

“Los sismos de magnitud 9 o 9.5, incluso de 8.5 hacia arriba, por la cantidad de energía que libera, coloquialmente se le puede denominar megaterremoto, pero la palabra más adecuada es megasismo, que hace referencia a un sismo de gran magnitud”, precisa el Dr. Tavera. 

Cabe resaltar que un temblor o terremoto significan un sacudimiento súbito del suelo al paso de las ondas sísmicas generadas por un evento sísmico. Es decir, son sinónimos.

En el habla coloquial, se está acostumbrado a referirse como terremoto al nivel de destrucción de estructuras o por personas afectadas físicamente. 

Por ejemplo, el sismo más grande que científicamente se espera que ocurra ante un megasismo, es parecido al que ocurrió al sur de Chile en los años 70 con una magnitud 9.5.