6 mitos falsos que debes ignorar sobre la vacuna contra la COVID-19
¿La vacuna contra el coronavirus tiene efectos adversos graves? ¿Te incorporarán un chip? ¿No es segura porque fue desarrollada muy rápido? Dos especialistas te explican por qué no debes creer en información falsa que circula en las redes sociales
Médicos y enfermeras de la primera línea continúan recibiendo las primeras dosis contra el coronavirus. Si bien muchos celebramos esta noticia, lamentablemente, sigue circulando información falsa respecto al funcionamiento y efectividad de las vacunas en el organismo.
El epidemiólogo Antonio Quispe desmintió, durante una entrevista con un medio local, cuatro mitos relacionados con la vacuna, que ahora te vamos a compartir, para que dejes de creer en información falsa que debe haberte llegado a ti o algún familiar cercano.
Mito 1: La vacuna no es segura porque se desarrolló muy rápido
“Falso. Grandes corporaciones han invertido aproximadamente entre 3, 000 y 5, 000 billones de dólares para desarrollarlas en tan poco tiempo. Esa enorme cantidad de dinero se ha invertido para asumir el riesgo y que todas las empresas se lancen a una competencia por obtenerla. Y la ciencia ha producido 11 vacunas que ya pasaron la fase 3. Todas con alta eficacia y seguridad”.
En el caso de la vacuna de Sinopharm, Quispe resaltó que es el laboratorio que más voluntarios ha tenido (más de 80,000 en cinco países). Y en China ya la han aplicado a 10 millones de personas, sin registrar ningún efecto adverso y ni un fallecido en la prueba experimental.
Mito 2: La vacuna para el covid-19 tiene efectos secundarios graves
“Falso. Hasta ahora no se ha notificado ninguno y el proceso experimental ha sido tan seguro, que en algunos lugares ya están incluso en fase cuatro, que es vigilancia de impactos adversos de la vacuna en millones de personas”
Eduardo Ticona, investigador principal de los ensayos clínicos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, informó en Canal N que, hasta ahora solo se han reportado síntomas generales como: dolor en la zona de la aplicación, dolor de cabeza, malestar discreto en el cuerpo y una temperatura que no supera los 38 grados.
Mito 3: Si ya me dio Covid-19 no es necesario vacunarme
“Falso. La inmunidad que te confiere una enfermedad previa es débil y a eso se suma que las personas que ya enfermaron antes estarán en una situación vulnerable. Si te reinfectas con nuevas variantes, tienes mayor riesgo de enfermar severamente, más riesgo de ingresar a UCI, más riesgo de morir y tener secuelas producto de la enfermedad”.
Por ello, el epidemiólogo recordó que con la vacuna se van a salvar vidas; si a alguien le da coronavirus, no se va a morir. Quien no se vacuna, está en riesgo muy alto de fallecer o de hacer una enfermedad grave.
Mito 4: La vacuna te incorporarán un chip en tu cuerpo
“Falso. Esto es una barbaridad. Hay un gran problema con las redes sociales porque, si bien el grupo antivacunas es pequeño, se percibe como mucho más grande. Cuando una persona te dice que 'no te vacunes', básicamente te está diciendo que te mueras”, expresó el epidemiólogo.
Mito 5: La vacuna contra el covid-19 modifica mi ADN
“Falso. La tecnología de ARN mensajero es muy importante para combatir a las nuevas variantes del coronavirus. A la descubridora de esta tecnología seguramente le darán el Nobel por todos los usos que se está haciendo con su aporte”.
Quispe exhortó a la población a no creer en este tipo de comentarios y recordó que la humanidad usa vacunas desde hace más de 200 años. Gracias a ellas evitamos que nos maten enfermedades que son prevenibles.
Mito 6: La efectividad de la vacuna adquirida por el Perú es baja
“Falso. Las vacunas contra el covid-19 son altamente eficaces si las comparamos con todas las vacunas que usamos para proteger a los niños del mundo. Cuando los científicos desarrollan las vacunas buscan tres objetivos: que eviten muertes, que eviten casos severos de enfermedad y que prevengan la infección”, señaló el especialista.
Todas las vacunas contra el coronavirus en el mundo han obtenido resultados tan sólidos y buenos que no han presentado problemas para comercializarse. “Y esto ha pasado porque son seguras y están salvando vidas de muchísimas personas”, finalizó el epidemiólogo Antonio Quispe.
Con información de Andina