Dormir con tus hijos: ¿cuáles son las consecuencias negativas?
Una psicóloga nos explica además, desde qué edad se recomienda que los niños duerman solos en su propio espacio
Sabemos que a muchos niños les gusta dormir con sus padres porque se sienten más seguros, pero ¿cuáles pueden ser las consecuencias para la pareja y sus propios hijos, el permitir esto por mucho tiempo?
La psicóloga Ginnette Urbina mencionó a Utileinteresante.pe nos mencionó cómo afecta a la pareja y a sus hijos el que duerman juntos:
“Cuando menos se dan cuenta, han pasado meses y hasta años y (papá y mamá) no tienen intimidad y esto puede desgastarlos. Por el lado del niño, se genera una dependencia emocional”, recalca.
Por otro lado, existen ideas irracionales que impulsan a que los pequeños no puedan dormir solos y sientan la necesidad de buscar a sus padres para sentirse seguros por las noches. La psicóloga Ginnette Urbina describió a Utileinteresante.pe algunas situaciones:
“(Algunos) sienten miedo a la oscuridad o piensan que si abren los ojos y no ven al papá o mamá, algo malo les va a pasar. Sin embargo, estas ideas son consideradas irracionales y se pueden ir manejando desde que son pequeñitos porque será más fácil para ellos adaptarse a las situaciones”, recomienda la especialista.
¿Por qué algunos padres dejan que sus hijos duerman con ellos?
Para Ginnette, tanto papá y mamá deben hacer un autoanálisis ya que, a veces, se tiene esa sensación de abandono o la falsa creencia “de que mi hijo me necesita y yo (como madre o padre) me siento útil y si no estoy aquí para protegerlo, entonces no soy una buena madre. Son creencias equivocadas”, refiere.
La especialista menciona que ya no es recomendable que los niños de 2 a 3 años de edad continúen durmiendo con sus padres, lo ideal es que tengan su propio. Sin embargo, esto no quita que en algún momento los puedan acompañar por algo muy particular.
Si el niño presenta problemas para dormir, que usualmente se da por miedo. Ana Rita Russo, psicóloga clínica, aconseja, en el portal El Tiempo, que los padres acompañen a su hijo mientras se calma y esperen a que se quede dormido.
Asimismo, indica que deben explicarle que ellos están para protegerlo. Hay que tener paciencia, pero no permitir que el niño vaya a la cama de los padres.