¿Son normales los coágulos en la menstruación? Descubre la verdad
Las razones, por las que sufres de esto en tu periodo, pueden ser tanto inofensivas como peligrosas
Son muchas las mujeres que tienen la regla con coágulos en el sangrado de la menstruación, que viene acompañada de dolores de cabeza, cólicos y otros malestares.
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Aunque resulte preocupante ver esas bolitas de color rojo oscuro aparecer en la toalla sanitaria o en el inodoro, es normal y no es algo grave, simplemente la sangre se ha quedado acumulada en el útero por un periodo de tiempo y se ha coagulado.
El objetivo de la menstruación es arrojar al exterior la mucosa que recubre el útero (endometrio) cuando no se produce un embarazo. En la mayoría de los casos, el desprendimiento se hace poco a poco, pero hay veces que se produce de golpe dando origen a los coágulos”, explica Jesús Cancelo, doctor del Servicio de Ginecología del Hospital Universitario de Guadalajara.
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¿Por qué no sucede todos los meses?
Toda la sangre que fluye en el organismo contiene elementos coagulantes, incluso la que viaja del útero hacia la vagina. Sin embargo, hay otros factores que también influyen en la formación de coágulos:
1. Estrés, ansiedad y angustia. Son trastornos emocionales que pueden ocasionar el retraso del periodo de 3 a 8 días, haciendo el sangrando más abundante y con coágulos de mayor tamaño.
2. Problemas alimenticios (y no solo se trata de anorexia o bulimia). Cambios abruptos de peso también producen alteraciones en los niveles de estrógeno (hormona femenina que regula la ovulación).
Si bien es cierto, que en la mayoría de las veces, no hay que preocuparse, también hay ocasiones en las que esos coágulos son una señal de que algo no funciona bien dentro de nuestro cuerpo.
Endometriosis: trastorno por el cual el endometrio crece fuera de su lugar original, el útero, presentándose normalmente en las Trompas de Falopio. El endometrio, aunque esté en el lugar equivocado, reacciona del mismo modo que si estuviera en el útero con el ciclo menstrual. En cambio, aquí el tejido no tiene dónde ser desechado, por lo que se queda en el abdomen, presentando dolor e inflamación.
Lo recomendable es que estudies las posibles causas y acudir a un médico especialista para que diagnostique su origen y establezca el tratamiento más adecuado según cada caso.