Donald Trump visitó zona afectada por huracán Helene
El expresidente Donald Trump visitó el estado de Georgia, uno de los más afectados por el paso del huracán Helene. El también candidato republicano criticó la respuesta del Gobierno y prometió ayuda para los damnificados
Donald Trump visitó las zonas golpeadas por el huracán Helene. El exmandatario llegó a la ciudad de Valdosta, en el estado de Georgia, epicentro de la destrucción causada por las inundaciones.
Afuera de uno de los edificios destruidos, pronunció un discurso. A pocas semanas de las elecciones presidenciales, el candidato republicano, dijo que no es el momento de hablar de política debido a la situación que atraviesan los damnificados.
"Nuestro país está en las últimas semanas de una elección muy reñida, pero en un momento como este, cuando golpea una crisis, cuando nuestros conciudadanos claman ayuda, nada de eso importa. No estamos hablando de política ahora. Tenemos que unirnos todos", manifestó el exmandatario.
Sin embargo, su visita no estuvo exenta de controversias. Ya que criticó la respuesta del gobierno, al afirmar que el gobernador de Georgia, Brian Kemp, había tenido dificultades para comunicarse con el presidente Joe Biden.
"Necesitamos ayuda del gobierno. Tienen que unirse, especialmente, con el gobernador. El gobernador lo necesita, ha estado tratando de conseguir ayuda, y estoy seguro de que lo logrará, pero ha estado llamando al presidente y no ha podido comunicarse con él", dijo Trump.
La Casa Blanca rápidamente desmintió esta afirmación, señalando que el presidente había hablado con el gobernador el domingo.
Biden también respondió a los comentarios de Trump, acusándolo de mentir sobre la respuesta federal. Además, anunció que visitará Carolina del Norte, otro de los estados afectados por el paso del huracán.
Mientras que, desde Washington, la candidata demócrata y también vicepresidenta de Estados Unidos dijo que la ayuda para los damnificados continuará sin importar cuánto tiempo dure la reconstrucción.
Y es que el paso de Helene ha sido devastador. Los damnificados se cuentan por cientos y las pérdidas materiales son millonarios, pero lo que más ha golpeado a los estadounidenses la cifra de víctimas mortales, que ya supera los 130.