Dilma Rousseff: pedido de destitución entra en fase decisiva
Rousseff y su mentor y predecesor, Luiz Inacio Lula da Silva han multiplicado en las últimas semanas los mítines, para denunciar una tentativa de "golpe de Estado"
El procedimiento de destitución de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, inicia este miércoles una nueva etapa en el Congreso, en un mar de indefiniciones sobre el futuro inmediato de la joven democracia de la principal economía latinoamericana.
El relator de la comisión especial que analiza el impeachment (juicio político) dirá a partir de las 14H00 locales (17H00 GMT) si ve razones para destituir a la mandataria del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), por presunto maquillaje de las cuentas públicas en 2014, el año de su reelección, y a inicios de 2015.
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Los 65 diputados que conforman esta comisión podrán modificar el texto hasta el lunes próximo, cuando procedan a votarlo.
Cualquiera sea la decisión, se trata de un informe no vinculante que debe ser aprobado por el pleno de la Cámara de Diputados. Salvo imprevistos, la discusión en esta instancia se iniciará el viernes 15 y el voto se llevará a cabo el lunes 18, según previsiones de la comisión.
Una moción de impeachment tiene que contar con el apoyo de un mínimo de 342 de los 513 miembros de la cámara (dos tercios), para pasar al Senado. Y si éste a su vez la aprueba, por mayoría simple (el voto podría ocurrir a inicios de mayo), Rousseff será separada de su cargo por un máximo de seis meses, en espera del veredicto final, que estará igualmente en manos del Senado.
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Si fuera el caso de que se aprobara su destitución, Rousseff sería reemplazada hasta el fin de su mandato en 2018 por su vicepresidente, Michel Temer, del partido centrista PMDB que la semana pasada rompió una alianza con el PT y se sumó a la causa del impeachment.
Rousseff y su mentor y predecesor, Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010), han multiplicado en las últimas semanas los mítines, para denunciar una tentativa de "golpe de Estado".
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Rousseff, con una popularidad bajo mínimos, recurrió a Lula para motivar al PT y a su electorado tradicional, desmovilizado por una recesión económica que se está convirtiendo en la peor desde los años 30 y por el megaescándalo de corrupción en la estatal petrolera Petrobras.
(AFP)