La Victoria y Los Olivos buscan revertir la informalidad con mano dura

Con el transcurrir de las semanas, las faltas, agresiones y desacato a las autoridades municipales y policiales continúa y aumenta por parte de los malos conductores. Por ejemplo, hace un mes en San Borja, una combi destartalada embistió tras acelerar a un efectivo quien le pidió papeles.

Otro sonado caso tuvo como protagonista a Roger Clinton Ortega y otro grupo de mototaxistas que balean a inspectores de Santa Anita hasta casi matarlos por llevarles al depósito los vehículos.

Otro grupo de serenos de El Agustino fueron agredidos a botellazos por un grupo de vecinos que tomaban en la vía pública.

Todo esto en medio de la convulsión y la violencia que gana terreno en el país. Dos gerentes de seguridad de municipalidades limeñas han sido también testigos de las agresiones.

Susel Paredes en La Victoria y Daniel Urresti en Los Olivos aseguran que no se enfrentan a ambulantes sino muchas veces a mafias y grupos organizados que operan con extorsiones y cobros de cupo.

Pese a las amenazas y las dificultades que presentan los efectivos y fiscalizadores, el trabajo continuará, aseguran. 

El principio de autoridad y del orden debe primar, es un principio al que ni en Los Olivos ni en La Victoria están dispuestos a renunciar.

LEE TAMBIÉN: Los Olivos: Urresti denuncia a regidor Javier Sulca por tráfico de influencias