Pulmones sin vacuna: Una lucha incesante contra la COVID-19
Los efectos que causa la COVID-19 a un organismo no vacunado son considerables
Las tomografías tomadas por los médicos de diversos hospitales a personas que se infectaron de COVID-19 y no se vacunaron muestran cómo la enfermedad causa un daño importante a los pulmones.
Las vacunas generan una barrera protectora que evita mayores daños, sin embargo, en los no vacunados se presentan secuelas y problemas que agravan los cuadros.
Los médicos reconocen al COVID-19 porque crea un efecto que llaman "opacidad del vidrio esmerilado", una especie de velo brumoso que enferma al pulmón.
Y lo hace en cuestión de días si este órgano vital está desprotegido. El COVID-19 busca los alveolos, en donde se realiza el intercambio de oxígeno y gaseoso entre la sangre y los pulmones.
El virus busca paralizar esa función en el menor tiempo posible por lo que los inflama y los llena de líquidos.
Si una persona se vacunó contra la COVID-19, el daño es leve y puede recibir tratamiento ambulatorio. Con la inoculación hay mejor pronóstico y menos compromiso pulmonar. Por eso la vacunación es importante y fundamental en esta lucha, recuerdan los médicos.