Mujer se hacía pasar como esposa de Nicanor Boluarte y pedía dinero para nombrar prefectos
El importante papel de Fanny Huamán, vinculada a Nicanor Boluarte, en la red de pagos de dinero a cambio de puestos en las prefecturas de todo el país
Esta foto pudo ser el inicio de una fructífera relación de negocios, pero hoy es la única prueba que tiene Alicia Baldeón del vínculo que sostuvo con los otros dos personajes que aparecen en ella, quienes el día que se inmortalizó la cita en el Club Apurímac dijeron tener otros nombres.
El hombre que posa entre las dos mujeres se hacía llamar Pablo Tolentino Sánchez, aunque su nombre original es Luis Valdez Igreda. Por su parte, la mujer que toma el selfie - y que lleva un austero collar- se presentó como Vanessa Palomino, cuando su verdadera identidad es Fanny Huamán Huamán, una de las personas a la que testigos procedentes de diferentes regiones del país señalan como la operadora del partido político del hermano presidencial Nicanor Boluarte.
Precisamente, lo que Alicia Baldeón contará en Cuarto Poder es el modo en que Fanny Huamán y el falso Pablo Tolentino la captaron para que, desde la ciudad de Nasca, reclute personas que -a cambio de cargos públicos- se vuelvan totalmente leales a los Boluarte.
Fanny Huamán apoyó con determinación la campaña de Perú Libre y se plegó al grupo que tras el fallido golpe de estado de Pedro Castillo se mantuvo leal con Dina Boluarte. Desde el 2023 le brindó servicios al IPD por 23 mil 500 soles, pero donde más activa se le ha visto es en el recojo de planillones para la inscripción de Ciudadanos Por el Perú, partido vinculado con los Boluarte.
Alicia busca a Fanny infructuosamente en la dirección que figura en su CV. Quiere que le dé el dinero que le entregó por incumplidas promesas de trabajo en el gobierno.
Fanny Huamán no es más locadora de servicios del IPD y tampoco ha respondido las múltiples llamadas que le hemos hecho para pedirle sus descargos. Sin embargo, es ella un personaje de vital importancia si se quiere cerrar por completo el círculo de los pagos de dinero a cambio de puestos en las prefecturas de todo el país, un negociazo que - al parecer - estuvo dando la hora en los bajos mundos de la política peruana.