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3.02.2014

Mujer policía denunció el robo de más de 30 mil soles en su institución pero terminó presa

Un grupo de agentes decomisó 82 mil soles producto de una venta no declarada de oro en Puno, pero solo reportaron ante la Fiscalía 49 mil

Puno.

En julio de 2012, la Fiscalía de Desaguadero, en Puno, ingresó a la comisaría de Zepita y encontró a los agentes de esa sede policial contando gruesos fajos de billetes. Se trataba de dinero incautado a una pareja de esposos puneños que llevaba consigo, a escondidas, 82 mil soles de una venta de oro que hicieron en Bolivia y que, luego, fueron ingresados al Perú sin una declaración ante la administración tributaria.


 


Honorata Aquino y Edgar Quispe fueron detenidos luego de una operación policial donde toda una comisaría supuestamente actuó de manera diligente. Sin embargo y antes de que la Fiscalía llegara al lugar, la mitad de los 82 mil soles confiscados se hizo humo y desapareció como por arte de magia.


 


A la hora de buscar responsables todos culparon a su jefa, la hoy teniente en retiro de la Policía, Sidley Miranda, quien para entonces tenía apenas mes y medio como encargada de la comisaría de Zepita. Al momento de juzgarla nadie tomó en cuenta que fue ella quien llamó a la Fiscalía para reportar la incautación. 


 


Conoce la increíble historia de una intervención fiscal que descubrió a dos suboficiales de la Policía con 34 mil soles en su poder y que terminó con todo un equipo policial, cuyos integrantes se culpaban mutuamente por la sustracción de un dinero decomisado.  


 


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