Joven repostera ha logrado con mucho esfuerzo impulsar su negocio de dulces
Actualmente Alejandra Cendra tienda una tienda, hace dulces a pedido y conduce un programa en el extranjero.
Alejandra Cendra tenía solo 18 años cuando arriesgó y tomó una decisión que la llevó al éxito: estudiaba administración hotelera cuando inició sus prácticas, casualmente, en el área de pastelería.
Esta profunda experiencia le bastó para cambiarse de carrera y emprender en un nuevo rubro. Aprendió muy rápido y comenzó a preparar los postres del hotel en su casa, inicialmente para sus familiares y vecinos.
Según recuerda, llevaba postres de prueba a cafeterías que quedaban en su distrito con excelentes resultados. Posteriormente abrió su primera tienda en el 2003 en una cochera que estaba en alquiler.
Con el éxito abrió un segundo local, pero sentía que el negocio absorbía el lado familiar de su propuesta. En el 2009 cerró la planta y regresó a sus inicios: volvió a la repostería de casa, sigue con su tienda, hace dulces a pedido y conduce un programa en el extranjero.