“Los Gallegos del Tren de Aragua”, la banda detrás de los crueles asesinatos de jóvenes dedicadas a la prostitución
Delincuentes extranjeros buscan sembrar el terror para controlar el negocio de la prostitución en el Centro de Lima, amenazando y grabando sus crímenes contra dos jóvenes de la comunidad trans
Viernes, 8 de la noche, mientras una joven de vestido ceñido retoca su maquillaje con la ayuda de la cámara de su celular, otras unos metros más allá, conversan en grupo, esperando a un posible cliente. Detrás de esa aparente normalidad, en estas calles del cercado de lima donde se ejerce la prostitución, se respira tensión.
Una amenaza directa contra toda la comunidad de jóvenes trans que trabajan en el Cercado de Lima. Como el año pasado, nuevamente delincuentes venezolanos de “Los Gallegos del Tren de Aragua” buscan tomar el control del centro de Lima a sangre y fuego.
Pero la amenaza no sólo llegaba a través de un audio, sino con crueles asesinatos grabados en video. Rubí era una compañera de Sheyla, que como escarmiento fue asesinada hace 20 días.
Estas imágenes captadas por una de las cámaras de seguridad de la Municipalidad de Lima captan a Ruby aún con vida, es la madrugada del trece de febrero pasado, espera junto a otra joven, la llegada de algún cliente, hasta que una camioneta aparece por el jirón Zepita y rápidamente la recoge, sube sin imaginar que eran sus últimos instantes con vida.
Minutos después, su asesinato quedó registrado en video, grabado por los propios sicarios. Pero como no hay crimen perfecto, un detalle clave puede llevar a la identificación del asesino. El tatuaje de una rosa en la muñeca de la mano derecha del gatillero.
El tatuaje de la rosa en la muñeca le pertenece al venezolano que en redes sociales utiliza el nombre de Daiverson Rodríguez, y para la policía uno de los principales sospechosos del asesinato de Rubí y otra joven llamada Priscila.
Diversas fotografías y videos lo muestran luciendo llamativos relojes y posando junto a otros delincuentes venezolanos, el hoy preso en el penal Ancón 1, Ramses Rivas, también miembro de “Los Gallegos”, y Jorwil Sánchez. Los tres luciendo esa marca registrada. Los mismos tatuajes en la muñeca.
Daiverson Rodríguez es también amante de los filtros de belleza y los videos en TikTok
Hoy está en la mira de la policía, no sólo por sus asesinatos, sino porque se sospecha que es el nuevo líder de “Los Gallegos”, encargados de controlar la prostitución en el Centro de Lima.
Junto a Ruby, “Los Gallegos” eliminaron también a otra joven de solo 19 años, cuyo único delito fue trabajar en las calles. Susi Huatuco apenas de sostiene, el dolor la embarga, nos recibió esta semana en su casa del asentamiento humano Márquez en El Callao, donde junto a sus hijas intenta encontrar algo de consuelo.
Su cuerpo fue hallado sin vida en Chorrillos, con más de doce impactos de bala. Nuevamente “Los gallegos” dejando en claro quién manda en las calles del Centro de Lima.
Sandra nos recibe en una de las nueve casonas del Cercado de Lima que desde hace varios años son ocupadas por grupos de chicas trans, entre 14 y 18 viven como pueden en cuartos alquilados.
Hoy la vida de estas jóvenes se ha convertido en una incertidumbre sin fin. No trabajan por miedo a ser asesinadas y si salen no pueden mirar de frente al grupo de venezolanas porque su vida podría estar en juego.
Una de esas mujeres venezolanas es Andreina Reyes Soho, que esta semana fue detenida por la policía. Es la mujer que protagonizo la gresca entre el grupo de venezolanas y las jóvenes en el jirón Zepita y quien según la policía fue la que indico a los gallegos específicamente quienes eran las que debían morir.
Hoy se investiga su participación directa como autora material en el homicidio de Elky Ulloa ocurrido en el distrito de Comas el pasado 14 de enero.
Cuatro asesinatos, dos ecuatorianas el año pasado y dos jóvenes trans hace solo veinte días describen como las bandas criminales de venezolanos imponen el control en la prostitución y el cobro de cupos en el Cercado de Lima.
Ahora la policía le sigue los pasos a Daiverson Rodríguez, el hombre del tatuaje de la rosa que parece tener los días contados.