Extorsión paraliza Lima: Transportistas reclaman mayor seguridad
Criminales cobran cupos a unidades de transporte público que van desde los 5 hasta los 20 soles diarios
El jueves, Lima quedó paralizada. No era un paro más, era el grito de un sector asfixiado por la violencia. Ha sido la paralización más fuerte de los últimos años, transportistas cansados de la violencia y la muerte por la extorsión.
El paro se sintió en todos los distritos de la capital. No era una paralización más, era el clamor por la vida misma. Las extorsiones no solo perturban a los transportistas, afectan al pasajero, a la ciudadanía en general.
Las bandas criminales encontraron un terreno fértil y de mucha liquidez en las empresas de transporte urbano a las que empezaron a extorsionar desde hace más de un año, dejándoles mensajes como este en la puerta de sus cocheras.
La inseguridad que viven los transportistas afecta tanto al informal como a los formales, algo que no se había visto antes en este sucio negocio del cobro de cupos. El incremento de las extorsiones para algunos, estaría estrechamente ligada a la modificación de la ley de crimen organizado que aprobó el Congreso recientemente.
Es innegable que en las calles se respira miedo. Choferes, cobradores e incluso pasajeros que van en ruta, no saben cuándo sus vidas podrían estar en peligro. Saben que el delincuente no perdona y que para ellos la vida no vale nada.
El cobro es a cada unidad, a cada vehículo, van desde los 5 hasta los 20 soles diarios, que se le cobran al chofer en la ruta. Las mafias organizadas en el cobro de cupos han dejado el mensaje claro: es plata o plomo.
Un transporte que se desangra y un gobierno que observa ajeno e indiferente. Un reclamo que ha paralizado la capital y que podría paralizar a todo el Perú.