La esperanza remonta el río: El barco hospital Forth Hope que atiende a las comunidades nativas en Loreto

A la comunidad nativa de Mariscal Castilla, en Loreto, rara vez aparece una cuadrilla de médicos, enfermeros y psicólogas, o que un cirujano asista un parto. Ello se puede dar por el recorrido del barco hospitalario Forth Hope.

Durante su recorrido, el barco, valorizado en $4 millones, cubre las necesidades sanitarias de los caseríos ribereños mal acostumbrados al olvido del Estado. En lo que va de la pandemia de la COVID-19, la embarcación ha estado en más de 140 comunidades nativas. 

El barco cuenta con laboratorio clínico, consultorio odontológico, ecógrafos y una farmacia, y le pertenece al Programa Médico Esperanza Amazónica del Perú y que desde octubre de 2020 navega como parte de la 'Alianza por la Amazonía frente al COVID', iniciativa de Cedro y Usaid que se desarrolla en otras regiones de la selva peruana.

El inicio del barco hospital es en el puerto de Nanay, en Iquitos. Su primer destino es el distrito de Saquena, en Requena, en  la provincia de Requena. Surcar dicho tramo demanda medio día de navegación.

En la comunidad nativa Mariscal Castilla, el gerente médico del programa médico Esperanza Amazónica, el doctor Ronald Ramírez, atiende un parto, convirtiendo una vivienda precaria en un quirófano.

"Un alto porcentaje de mujeres todavía no acepta o no tiene mucha aceptación de los servicios de salud. Para dar a luz, por ejemplo, prefieren dar a luz en sus casas, con su mamá, con la partera tradicional o con su esposo", explica Ramírez.

El médico agrega que utilizando el barco puede conectar con las personas que más necesitan de salud y ansían ser vistas por un médico, "que de otra manera, si no existiera el programa, sería muy difícil para ellos acceder a un servicio de salud y ser atendido por un médico, un odontólogo, un profesional de la salud".

En Mariscal Castilla, cuando los niños necesitan recibir atención médica, los padres lo deben llevar a la ciudad de Nauta, que está a una hora en bote desde dicha comunidad, pero la distancia y la corriente del río son las primeras complicaciones para viajar entre esos dos puntos. Una vecina de la comunidad Bronia Martínez, cuenta que cuando quiso llevar a su hijo a Nauta no lo pudo hacer porque había lluvia fuerte.

Es por ello que muchas madres aprovechan que cada dos meses llega el Forth Hope al caserío para llevar a sus hijos a ser examinados, sin costo alguno. Otro ejemplo es el de Carmen, una vecina que prefirió tener su evaluación de embarazo en el barco hospitalario que ir a Nauta.

"Por eso mismo que el proyecto, que se llama 'Alianza por la Amazonía frente al COVID', ha nacido para mitigar los impactos sanitarios y económicos de esta pandemia", explica Juan Pacahuala, coordinador zonal en Loreto del dicho programa médico.

"Usualmente vamos casa por casa para conversar con los pobladores para hacerles entrevistas de salud mental y explicarlos un poco lo que hacemos en el barco. Y los invitamos a que reciban atención psicológica en el barco y en la comunidad", agrega.

En Mariscal Castilla no utilizan mascarillas desde el año pasado, cuando toda la comunidad se contagio de la COVID-19. A dicha comunidad aún no las vacunas, indica Mario Bayuna, agente municipal de Mariscal Castilla.

Desde abril de este año, un equipo de psicólogas se internaron a las instalaciones del Forth Hope en el terreno de la salud mental, inexplorado en la selva loretana.

El siguiente destino del barco hospitalario es la comunidad nativa Vista Alegre. En dicho lugar, es suficiente una lancha del programa médico para trasladar a los pobladores que aguardan una consulta de salud.

En dicha comunidad, el equipo de salud mental identifican casos a atender. Además, recogen información que les ayude a entender la cosmovisión amazónica en su real dimensión.

La travesía del Forth Hope continúa en más de 20 comunidades de Loreto en el siguiente par de semana.