Disolución del Congreso: la crónica de una semana histórica de cambios y rencillas
La decisión histórica del presidente Martín Vizcarra llevó al país a vivir una de las semanas más agitadas de su historia. Aquí el resumen de todos los hechos
Al día siguiente de la disolución del Parlamento, los primeros en ingresar a la sede de este poder del Estado fueron los trabajadores de limpieza.
Las fregonas, lejía y jabón hacían lo suyo en cada esquina, limpiando y desinfectando lo que había quedado de la maratónica sesión del día anterior.
Periodistas e incluso algunos congresistas se quedaron a dormir en la sede del Parlamento debido a la expectativa que generó la histórica decisión tomada por Martín Vizcarra.
Al avanzar la noche, solo hubo un par de legisladores que poco después de declarar se fueron finalmente a sus casas. En algún momento, Mercedes Aráoz salió del parlamento rumbo a su casa, pero nadie pudo ver la imagen.
Tres congresistas se quedaron a dormir aquella noche: Cecilia Chacón, Luis Galarreta y Ángel Neyra. Solo 3 de 53 parlamentarios de Fuerza Popular que custodiaban las instalaciones y se resistían a admitir que ya estaban disueltos.
En la previa, sobre las ocho de la mañana del 30 de septiembre, el presidente se despidió de sus ministros con abrazos y besos. Antes de las 9, todo el gabinete hacía su ingreso al Parlamento.
Entonces inició el caos. La sesión de Pleno puso en agenda primero el tema de la elección de magistrados del TC que siguió adelante y no se detuvo ni por las cuestiones previas presentadas por algunos congresistas.
Fue cuando, con una decisión propia de un actor de película de acción, Salvador del Solar se dirigió al hemiciclo junto a sus ministros. Pero todos los accesos estaban cerrados y no pudo entrar por varios minutos.
Una vez adentro, el legislador Gino Costa le cedió la palabra y Del Solar planteó cuestión de confianza "en este mismo momento". Lo había hecho. Mientras tanto, Mercedes Aráoz se revolvía en su asiento en claro desacuerdo con la medida.
Tras este hecho, no cambió mucho el panorama. El Congreso votó por la elección de Gonzalo Ortiz de Zeballos Olaechea como nuevo miembro del Tribunal Constitucional con la anuencia de bancadas como Acción Popular y Cambio 21.
La elección del segundo miembro fue suspendida, la presión era mucha.
Sobre las 5 de la tarde, el presidente de la República emitió un mensaje a la Nación en el que explicaba primero los motivos de la decisión que había tomado.
Paralelamente, el Pleno discutía la cuestión de confianza planteada por Del Solar y al enterarse del mensaje de Vizcarra procedieron inmediatamente al voto y aprobaron la medida.
Mientras tanto, a Mercedes Aráoz según cuentan en el Congreso, le ofrecieron el oro y el moro. Incluso el legislador Richard Acuña: apoyo político, económico, sede pagada para un gabinete paralelo, acompañar a su padre en la plancha presidencial, entre otras promesas.
Una vez disuelto el Parlamento, desde el hemiciclo los opositores permanecieron y votaron a favor de suspender al presidente por incapacidad moral por un año (no pudieron vacarlo porque no tenían los votos) y planearon la jura del cargo de Aráoz, en sucesión, como nueva presidenta.
Pero todo el movimiento congresal fue disminuyendo cuando, minutos más tarde, el presidente apareció con los jefes de las Fuerzas Armadas en una foto en Palacio. El apoyo era total.
Lo que siguió en los días siguientes fue un desfile de congresistas que intentaban ingresar a la sede del Parlamento y que eran impedidos de hacerlo: solo pudieron entrar los miembros titulares de la Comisión Permanente. Ni siquiera sus accesitarios.
La OEA se pronunció sobre este hecho y recomendó que la controversia la dirima el Tribunal Constitucional. No se habló de golpe ni de un quiebre del orden democrático. La prensa extranjera tampoco habló de golpe.
El Jurado Nacional de Elecciones abrió proceso entonces para las elecciones congresales el 26 de enero de 2020 y ante ese panorama, Aráoz renunció al cargo que había asumido horas antes. Luego dio a entender que había jurado en el Congreso por la presión del momento.
El jueves juró al cargo un nuevo gabinete ministerial mientras Fuerza Popular tenía un cónclave al que no acudieron muchos. Las posiciones son encontradas entre los miembros del fujimorismo y el ala dura propone tomar las calles para declarar inconstitucional la disolución.
Según se ha conocido, Olaechea estaría ultimando el texto de la acción de competencia para que se dirima sobre la disolución. Sin embargo, no se sabe si será presentada ante el TC o ante algún organismo internacional. Así las cosas, el país sigue en espera.
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