Cusco: francesa impulsa colegio intercultural para niños pobres
Ahora los niños de bajos recursos pueden tener acceso a una mejor educación.
Su nombre es Petit Miribel. Es una mujer francesa que llegó hace dos décadas al Perú y hace 5 años creó un colegio intercultural en Urubamba, Cusco. Ella brinda becas a niños en pobreza extrema para que puedan estudiar en un colegio.
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Esta mujer es el vivo reflejo de la entrega hacia los demás, sobre todo, a los niños de escasos recursos. Hace 18 años vive en Cusco y fundó la Asociación Sol y Luna para apoyar a las escuelas rurales de la zona. Pero el verdadero cambió lo consiguió cuando hace cinco abrió su propio colegio para niños.
“Queremos hacer la mejor escuela posible para todos. Partimos que es una colegio intercultural, abierta a todos los niños y todas las familias que desean”, explica Miribel.
Hay 170 alumnos desde inicial hasta tercero de secundaria. La mayoría cuenta con una beca de estudios, pues son menores de pobreza extrema. Para ellos acceder a la educación es un sueño que se hizo realidad.
A los alumnos del colegio intercultural Sol y Luna no les importa si llegan a estudiar a pie, en mototaxi o en bicicleta. Si se demoraron cinco minutos o tres horas caminando. Para ellos lo importante es aprender.
“Porqué un niño del campo no va a poder ir a la misma escuela que un niño empresario. Yo soy madre de dos hijos de 11 y 12 años que desde siempre han ido a la misma escuela que los niños locales”, cuenta.
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Miribel conoce al revés y al derecho la historia de cada uno de sus alumnos. Sabe de dónde vienen, quiénes son sus pesares y cuáles son sus alegrías. Por eso, los ánima a estudiar y su retribución está en los resultados al final del bimestre.