COVID-19: La vida de un intensivista en plena pandemia
Además de las extenuantes jornadas de trabajo, la carga emocional para estos profesionales de la salud es tremenda
Los médicos intensivistas están en primera línea, asistiendo a los pacientes con COVID-19 que permanecen en las UCI de distintos hospitales del país.
La médico intensivista Jenny Ameghino cuenta su drama:
"La situación es caótica, tremendamente. Hay una avalancha de pacientes que se han venido, esto es un tsunami porque tenemos una gran demanda por capacidad de camas", señala.
Ameghino es una de los 700 intensivistas del país, número insuficiente ante una emergencia tan apremiante. Se necesitan ocho intensivistas por turno, mañana y noche, pero muchas veces ante la falta tienen que trabajar 24 horas seguidas.
La carga emocional para estos profesionales de la salud es tremenda. Muchas veces deben dejar los turnos porque se sienten mal, a eso se suma que varios tienen a familiares en UCI.
Esta semana el Congreso aprobó una reforma constitucional que permite a los profesionales de la salud recibir más de dos ingresos en el sector público.
Con esto, podrán realizar labores en otras redes prestacionales ajenas a la suya. Un intento por paliar el déficit actual y real. Una de las tantas lecciones que deja la pandemia.