Chosica: el testimonio del profesor víctima de ritual en un colegio
Arístides Vara, el maestro maniatado, pensó que lo querían matar según testimonio al que accedió Cuarto Poder
El profesor Arístides Vara terminó internado en un hospital luego de haber sido parte de un ritual llevado a cabo por unos chamanes y el director del colegio donde trabajaba, Augusto Ramírez Gudiel, en Chosica.
Ya más recuperado de las heridas que sufrió narró con detalle todo lo que ocurrió esa noche en el local principal del colegio San Isidro.
Según narró Vara, el director le pidió que lo acompañara a una limpia del local principal antes de que inicie el año escolar. De esta ceremonia también participó el hijo de Ramírez.
"Hay que hacer allí un ritual y hay que ofrecer a un familiar más cercano, querido, ofrendado para que las cosas prosperen", narró Vara sobre el sacrificio.
Según su hija, la intención del director Ramírez era sacrificarlo vivo. Los chamanes habían señalado que para tener éxito "había que sacrificar a alguien cercano".
El docente, sin saber estas intenciones, aceptó dada la cercanía que tenía con el director de la escuela.
Llegó el día de la sesión. Lo llevaron hacia un segundo piso, le dieron dos velas y le dijeron que ore.
Lo llevaron hacia un baño que estaba oscuro. Solo un sirio negro y una calavera encendida alumbraban la institución.
Todo estaba dado para que sea una suerte de baño de florecimiento común, hasta que el chamán sacó una cuerda.
"Con cinta de embalaje me amarraron. Yo ahí reaccioné. Comencé a gritar. El señor Sonno (el Chamán) y su hijo, los dos, me taparon la boca con la cinta. Me estaban maniatando, nunca había visto eso", dijo Vara.
Entonces la víctima escuchó voces desde los alrededores que decían que iban a ofrendarlo para que el negocio sea próspero.
Cuando los chamanes salieron a la cocina para buscar flores y cirios adicionales, Vara se escapó hasta la cocina para intentar desatarse. Entonces en el trayecto llegó hasta el techo de una vecina.
"Señor échese. Échese al piso. Ya van a llamar a la Policía, ya están en camino", gritó una testigo quien pidió apoyo a los efectivos.
Para entonces, los agresores ya habían huído del lugar. Hasta el momento están no habidos. Ellos fueron identificados como José Luis Sono Saavedra, y su hijo 'Kevin', de cuyo nombre real no se tiene certeza aún.
La captura de los chamanes será clave para esta investigación y para desenredar este caso en plena institución educativa que alberga a decenas de niños en su interior.
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