'Los Chinos': Transporte urbano bajo amenaza de la extorsión
Extorsionadores lograron suspender toda una ruta de uno de los buses más utilizados en Lima. Ahora, las amenazas van dirigidas a los familiares de los conductores
Violencia y extorsión contra el transporte urbano. Esta semana, la delincuencia fijó la mira contra la empresa de buses conocida como “Los Chinos”. De inmediato, toda una ruta se paralizó y los conductores decidieron deponer los volantes por sus vidas.
En las calles, en los principales paraderos, al interior de los mismos buses, los también afectados son los pasajeros. No solo se lucha contra el cansancio o el reloj, sino también contra los temores del trayecto.
Cuarto Poder conversó con un representante de la empresa ETUCHISA, popularmente llamada Los Chinos, quien ha confirmado que las amenazas no han cesado. Gran parte de los 50 buses de la ruta A deberían, a esa hora, estar atravesando Lima. Pero el viernes último nadie se atrevía a tocar el timón, en Puente Piedra. A muchos conductores en casa les dijeron que colgaran las llaves por seguridad.
Los choferes de estos buses parten desde este paradero en Puente Piedra, ingresan a la Panamericana Norte y luego conectan a la vía Evitamiento hasta llegar a Villa el Salvador. En esos 50 kilómetros de recorrido, llevan y dejan pasajeros en universidades, empresas, colegios de diversos distritos. Aunque hayan parado el servicio por las extorsiones, sabían que no sería por mucho. Hay deberes que cumplir.
Desprotegidos ante los ataques extorsivos que venían padeciendo desde hace días. La noche del miércoles último, un par de delincuentes en moto gatilló la situación: el transporte urbano está bajo amenaza.
Cuarto Poder contactó con un representante de ETUCHISA, hoy aún extorsionada.
“¿Cuáles eran las amenazas para entender la magnitud? Que van a matar a los choferes y si no me comunico van a ir con mi familia. Así. [...] A mí no me escriben, le escriben a mi hija, a mi señora”, reveló el testigo.
Según datos oficiales, en la capital, el 12% de usuarios viaja en los servicios concesionados como los corredores, el Metropolitano y el tren. En cambio, en el servicio de transporte público formal la cifra llega hasta el 87%. Miles de peruanos día a día se vuelcan a los paraderos en las horas punta. La paralización del transporte, sea tan solo una empresa, se manifiesta en la calle.
Al interior de un bus de otra empresa, la noche muestra rostros cansados. Algunos pasajeros caen en el sueño profundo. El conductor tiene el deber de dejarlos sanos y salvos a todos. Pero está intranquilo, su mirada carga sospecha. Las calaveras que lo acompañan en este viaje no auguran buenas noticias.
Después de casi una hora de trayecto, al fin en su paradero final de Villa el Salvador, narra cómo hirieron a su amigo cobrador. Hoy su compañero de trabajo se ausentará por un tiempo a causa de la delincuencia.
En medio del riesgo que corre el transporte urbano, la ATU y la Policía se han reunido para frenar el avance de la delincuencia. Daños y perjuicios para todos. Empresarios, conductores y pasajeros expuestos a la extorsión y el plomo.