Las Bambas: un análisis sobre el conflicto y su origen
Por el momento ni el Estado ni la empresa se han puesto de acuerdo con los comuneros y el paro continúa
Casi 60 días de paro en 38 comunidades de Apurímac además de estados de emergencia sucesivos tuvieron su origen en un largo conflicto minero, social y ambiental que mantiene en vilo al país: Las Bambas.
De por medio está en juego el 1% de nuestro PIB debido a que se podría paralizar la segunda mina de cobre más importante de Sudamérica que está a cargo de la empresa china MMG.
El Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de Las Bambas del 2011 fue elaborado por Xstrata, compañía suiza que se hizo dueña del proyecto en 2004.
Este establecía la construcción de un mineroducto desde Las Bambas hasta la mina de cobre Tintaya, también de propiedad de Xstrata, en Espinar, Cusco.
Los componentes del proyecto en Tintaya iban a ser la planta de molibdeno, de filtros y almacenes. Según el EIA esta área resultaba estratégica por la conexión con Las Bambas.
El mineral se iba a trasladar hasta el puerto de Matarani en Arequipa a través del referido mineroducto.
En 2011, Xstrata trasladó a la comunidad de Fuerabamba entera debido a que debajo de su territorio había yacimientos de cobre. Los reubicó en la parte de Apurímac.
En 2014, Glencore de Suiza compra Xstrata y surgen problemas pues China resentía la virtual dependencia de las importaciones de cobre que le hacía a Glencore.
Gracias a su intervención en la Organizacion Mundial de Comercio, la empresa logra comprarle solo Las Bambas a través de su empresa estatal MMG por 5 mil millones de dólares.
Se comprometieron entonces a invertir 10 millones de dólares y dividieron el proyecto en dos. Los chinos se quedaron con Las Bambas.
Entonces MMG, al ya no ser dueña de Tintaya en Cusco, desecha el EIA original y cambia entre 2014-2015 con autorización del Ministerio de Energía y Minas pero con poca consulta a las más de 38 comunidades.
El proyecto de mineroducto quedó anulado y los chinos determinan que el mineral se traslade en camiones desde el fundo Yavi Yavi, atravesando los más de 400 kilómetros hacia la costa de Arequipa.
Es cerca de un millón de toneladas al año. Unos 130 camiones con carga de ida y 130 sin carga de vuelta. Más de 50 camiones con insumos, es decir 310 camiones en total.
En 2013, gracias a un paquete normativo dado por el gobierno de Ollanta Humala se utilizaron los famosos ITS para modificar casi a placer los almacenes del proyecto y los EIA, trámites de solo 15 días para problemas tan complejos.
Son 12 kilómetros que atraviesan la parte cuzqueña del fundo Yavi Yavi, la manzana de la discordia. Hasta ahí se han ido a protestar pues el Ministerio de Transportes no cumple todavía con pagar un justiprecio por la expropiación de propiedad ajena.
El conflicto es tan complejo que las comunidades exigen el pago a la empresa. Debido a promesas incumplidas de desarrollo e inversión.
El Estado, a través del Ministerio de Transportes y Comunicaciones quien debería ya haber saneado la compensación, el pago de un justiprecio a la comunidad de Fuerabamba, la principal afectada por establecer una vía nacional en su propiedad.
La ausencia de Estado ha hecho entrar a tallar a los hermanos Chávez Sotelo, asesores legales de la comunidad de Fuerabamba.
Las promesas del Ejecutivo son otras. Adelanto del canon más allá de los más de 700 millones recibidos por gobiernos locales en regalías y un replanteamiento de las relaciones entre empresa, comunidad y estado.
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