Los visitantes de Pedro Castillo en su prisión en el penal Barbadillo

El registro de visitas del exmandatario evidencia sus encuentros con sus abogados, familiares, su exasesor de Inteligencia Henry Shimabukuro y el dirigente rondero Marino Flores

Pedro Castillo detenido. Video: Cuarto Poder

En los exteriores de la DIROES ya se vive en calma. Los policías están distendidos y los periodistas podemos caminar sin problema. A pocos metros, en el penal Barbadillo, permanece interno el expresidente Pedro Castillo. Antes él podía llegar a escuchar los gritos de sus más fieles seguidores. Hoy el ambiente es distinto por fuera y por dentro.

Cuarto Poder presenta esta noche el registro de visitas del último mes en Barbadillo del exmandatario Castillo. Es una fotografía de su estado legal, familiar, político y hasta amical acaso de un hombre que en el poder recibía a personas desde el amanecer hasta llegada la madrugada.

El acta del “interno Castillo Terrones Pedro” se maneja de forma digital. Cada día está dividido en cuadros que incluyen la “hora de ingreso”, “apellidos y nombres” del visitante, “número de DNI”, “afinidad” y “hora de salida”.

El viernes 16 de diciembre los abogados Wilfredo Robles, Raúl Noblecilla y Ronald Atencio fueron los únicos en visitar al interno Castillo por un promedio de 30 minutos en dos turnos.

Familiares y más cercanos seguidores del expresidente criticaron la labor de su defensa legal por no lograr la liberación.

Al momento Robles ha tomado la batuta de los trámites judiciales, mientras que el dúo Noblecilla y Atencio, cercanos al congresista Guillermo Bermejo, se mantienen como asesores legales.

El día siguiente, el 17 de diciembre, fue un día familiar. María Adelina Castillo Terrones, la hermana mayor de Castillo, estuvo con él durante 5 horas. Adelina es madre del prófugo sobrino Fray Vásquez y también de Vilma, una de las sobrinas más activas en la defensa del expresidente. Vilma también formó parte del encuentro.

El domingo 18 de diciembre, después del partido final de la copa mundial de fútbol, llegaron a verlo en la mañana sobrinos, primos y un amigo de Huánuco, y, por la tarde, los congresistas Katy Ugarte, Segundo Quiroz y Pasión Dávila.

El lunes 19 de diciembre, en su 3er día de encierro en este penal exclusivo para expresidentes, Castillo recibió entre 4 y 5 horas a tres especialistas en Terapia Psicológica. Nadie más lo vio.

Pedro Castillo está autorizado a salir a este patio entre las 8 de la mañana y las 4 de la tarde. Ha pedido herramientas para trabajar la tierra como entretiempo y alcanzar el verde del jardín de su vecino Fujimori, con quien, al momento, no se ha cruzado.  

Las visitas son fluctuantes. El martes 20 de diciembre solo llegó a verlo una persona, el abogado Wilfredo Robles, por 30 minutos a las 9.45 de la mañana.

El miércoles 21 de diciembre tampoco llegaron ni familiares ni amigos ni políticos cercanos. Aquel día, a las 7.30 de la mañana lo despertó una comitiva oficial de funcionarios del INPE, la Defensoría del Pueblo y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Castillo ha insistido en tener acceso a llamadas telefónicas para comunicarse con su familia.

El 22 y el 23 de diciembre nadie fue a visitarlo. Ya el 24 de diciembre, víspera de Navidad, a las 9 de la mañana, llegó una especie de comitiva de mujeres. Variopinta, por cierto. 

Estuvo la cuñada Yenifer Paredes, famosa por uno de los videos que hizo estallar los casos de presunto direccionamiento de obras públicas. Herminia Chino Ccalli, madre de la exministra Betssy Chávez… y Florlisa Herrera Herrera, amiga chotana que obtuvo contratos por 15 mil soles entre octubre del 2021 y febrero del 2022 por servicios en la cocina del despacho presidencial. Junto a ella estuvo Elizabeth Pérez Alarcón, una ingeniera chiclayana no es cualquier persona.

Según fuentes de Cuarto Poder, ella es muy cercana al prófugo Alejandro Sánchez Sánchez. Es la misma persona que alquiló el departamento de Surquillo del famoso encuentro clandestino del llamado Buró Político de Pedro Castillo.

El registro de vuelos publicado por el portal Centro Líber revela que Elizabeth Pérez también formó parte de los vuelos presidenciales como funcionaria de Reconstrucción con Cambios, pese a que no era alta funcionaria de la entidad. Se excusó de atender nuestras llamadas por temas familiares, pero envió este mensaje. Explica que conoció a “Pedro Castillo cuando era trabajadora del estado”. Agrega que supo que el expresidente “estaba delicado de salud y por un tema de humanidad” fue a visitarlo.

El 25 de diciembre el exmandatario estuvo solo. El lunes 26 de diciembre solo llegó la comitiva de abogados usual. Al día siguiente, el 27, ingresó Jean Philippe Rossier, coordinador de la Cruz Roja. Nuevamente el abogado Robles y también la trabajadora de un centro que trata problemas auditivos. Ni familiares, ni amigos, ni correligionarios.

El miércoles 28 de diciembre tampoco hubo visita de cercanos. El único ingreso registrado es del abogado Paulino Loa.

Allegados a Castillo narran que va ejerciendo nuevas rutinas. Ha decidido prepararse sus alimentos. Tiene una pequeña cocina con balón de gas… y un pequeño televisor que da señal solo de canales nacionales.

El jueves 29 de diciembre fue un mejor día para él. A las 9.24 su abogado Robles abrió a jornada. Llegaron también su amigo y exasistente Franco Pomalaya, las congresistas Betssy Chávez y Esmeralda Limachi, además de familiares como el sobrino Jaime Vásquez Castillo. Este permaneció durante 3 horas.

Son los parientes más jóvenes de Castillo quienes mueven las redes sociales del expresidente; en especial, los mensajes que publica en twitter.

Fuimos a buscar a los sobrinos a casa en Ventanilla. También a su pequeño negocio a pocas cuadras de ahí. Solo nos tomaron el recado.

El sábado 30 de diciembre ingresaron a Barbadillo abogados y los congresistas Katy Ugarte y Hamlet Echevarría. Sólo lo han visitado legisladores de Perú Democrático y el Bloque Magisterial.

El 31 de diciembre del 2022 Pedro Castillo despidió el año solo y el 01 de enero del 2023 lo recibió solo también.

El lunes 2 de enero sus primeras visitas del año fueron su abogado Robles y el abogado Juan Pablo Arias. El 3 y 4 de enero igual, con abogados. Nadie íntimo, cercano.

El jueves 5 de enero, Pedro Castillo recibió a su concuñado Julio Gómez Olano y a su gran amigo Manuel Rafael Delgado, a quien llevó a Palacio como una especie de conserje personal desde su primer día de gobierno.

El martes 10 de enero pasado, ingresó la hermana María Castillo y por segunda vez su cuñada, criada como hija, Yenifer Paredes. Nuevamente, apareció la ingeniera Elizabeth Pérez, quien arrendó el departamento de Surquillo donde Segundo Sánchez, Abel Cabrera y Nenil Medina, los 3 chotanos amigos del presidente discutieron sobre temas de presupuesto nacional.

Hace 3 días, el jueves 12 de enero, fue un día movido para profesor Castillo. Estuvo 25 minutos con Henry Shimabukuro, uno de los investigados en el caso Gabinete en la Sombra, y sobre quien se ha especulado sobre su legítimo rol dentro de Palacio. También llegó el dirigente rondero cajamarquino Marino Florez Gonzales.

Son 8 horas las que el expresidente Castillo puede salir a esta área de donde ha dicho le sorprende la cantidad de luz solar que puede entrar desde el amanecer, en pleno verano de enero limeño. Antes dejaba a su equipo de prensa el seguimiento de las noticias, pero hoy él mira las noticias desde un televisor pequeño.

Sabe a la perfección lo que sucede al interior del país, pero pocos logran leer lo que él maneja en su interior. Está tranquilo y leyendo, repiten algunos de los cada vez menos testigos de Castillo en el encierro.

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