El testimonio del ingeniero que atropelló a delincuente que lo asaltó y podría ir preso por homicidio
Willy, el ingeniero trujillano que atropelló a un delincuente cuando huía tras robarle una fuerte suma de dinero, ahora podría ir preso por homicidio
Willy nació en Trujillo hace cuarenta y un años. Es ingeniero civil y dueño de una empresa que incursiona en el mundo de la construcción. Esta semana, le tocó ser involuntariamente protagonista de una terrible noticia policial. Willy accedió a brindarnos la única entrevista que, asegura, dará; pues hoy su vida, y la de toda su familia, corre peligro. Por esa razón, y por un pedido expreso suyo, mantendremos su identidad en absoluta reserva. Esta es su versión de los hechos.
Su vida era normal hasta hace una semana. La pesadilla en la que está envuelto empezó a escribirse el 2 de septiembre. La mañana de ese día, un primo suyo lo llamó para pedirle lo acompañe al banco para hacer una serie de retiros y depósitos.
Mientras su primo retiraba 10 mil dólares para participar en un remate judicial, Willy esperó en el auto. Unos minutos después, con el dinero encima, ambos se trasladaron a esta otra agencia del banco de la Nación para realizar un depósito con casi la totalidad del efectivo.
Al terminar la operación bancaria, ambos partieron con dirección a la casa de Willy.
Ninguno de los primos imaginó que estaban en la mira de unos ladrones. Ya los venían siguiendo al milímetro. Eran cuatro hampones que iban a bordo de dos motos, como se ve en este video registrado por una cámara de seguridad de la avenida Larco.
Observe cómo el auto negro del ingeniero es seguido por las dos motos donde van los delincuentes. En la primera motocicleta, el copiloto es el delincuente identificado como Luis Octavio La Chira Cabrera. Es el que lleva una casaca oscura en una de sus manos.
Cada detalle del recorrido de Willy y su primo quedó registrado por diversas cámaras de seguridad. En todas aparece siempre una de las motos. Este seguimiento permanente al ingeniero y su primo es una evidencia clara de la premeditación con la actuaban estos sujetos.
La escena es de terror. Son instantes de caos y pánico totales. Willy solo atina a permanecer inmóvil. El miedo a morir lo paraliza. Lo bloquea. Encima suyo tiene a dos delincuentes muy violentos. Lo zarandean a su antojo y preguntan por el dinero. Teme lo peor.
La desesperación de los delincuentes al no encontrar lo que buscaban es notoria. Al registro se le sumó la violencia.
Un minuto después, los delincuentes emprenden la huida, sin contar que el ingeniero aún tenía la llave del auto. La impotencia frente al asalto, la desesperación por lo ocurrido en la puerta de su casa gatilló una repentina reacción del joven ingeniero, una reacción tomada con impulso y desesperación, asegura.
Lo concreto es que la historia del violento asalto daría un completo giro.
Unos metros más allá, Willy choca directamente con la moto en la que iban ambos delincuentes. El impacto provoca que la moto y el copiloto caigan en el capot de su auto que seguía su marcha con destino a la comisaría.
La moto fue la primera en quedar en el camino, cincuenta metros más allá el cuerpo del delincuente quedó también tendido en el pavimento.
Esta cámara de seguridad logró captar la huida del otro delincuente. El chofer de la moto aquí es captado, huyendo de la escena, corriendo pese a los golpes.
Esta situación límite le ha cambiado la vida por completo a este ingeniero trujillano. Su reacción ha causado polémica. Hay quienes lo critican y otros que lo apoyan. Su abogado argumenta y justifica lo ocurrido.
Para el coronel PNP Javier Méndez, jefe de la División de Investigación Criminal de La Libertad, se trata de una banda organizada dedicada a este tipo de asaltos violentos a personas que retiran fuertes sumas de dinero.
Luis Octavio Lachira fue despedido como todo un delincuente. Su velorio fue con balazos al aire en plena calle.
Willy, por su parte, vive en la completa incertidumbre y repleto de miedos. El ingeniero trujillano no sabe si continuará el proceso en libertad.