Hoy:

    San Juan de Lurigancho: Cantera de niños patinadores

    Pequeños son deportistas de alto rendimiento, pero no cuentan con el equipamiento necesario

    Domingo al Día

    En San Juan de Lurigancho existen distintos clubes de patinaje que hoy se encuentran federados y de donde salen la mayor parte de niños patinadores campeones que muy pronto representarán al Perú en competencias internacionales.

    Lo malo es que a diario deben recorrer toda la ciudad para llegar a entrenar ya que no tienen un patinódromo cerca. Aquí les contamos todo lo que tienen que pasar para cumplir su sueño
     
    Carolina es una pequeña deportista de alto rendimiento del patinaje en el Perú. Cada día, a la salida del colegio, lo primero que hace es ir a entrenar, pero para poder lograrlo debe cruzar la ciudad desde San Juan de Lurigancho hasta el único patinódromo que tenemos en el país ubicado en la Costa Verde.

    Carolina, así como muchos otros niños de San Juan de Lurigancho, tiene el potencial para convertirse en futura representante del patinaje peruano a pesar de las dificultades. Pero, en su barrio no puede practicar con sus patines porque no hay pistas ni veredas, no puede hacerlo ni siquiera cerca porque vive en Jicamarca, la parte más alta y alejada de San Juan de Lurigancho.

    Cada día, Carolina, junto a su tía, emprende una travesía que dura más de dos horas, 3 buses y un largo tramo de caminata para poder llegar al centro de entrenamiento. Ella, como sus demás compañeros patinadores del distrito, deben almorzar en el bus y también hacer sus tareas, pues sino el día no les alcanzaría.

    El patinaje es un deporte peruano federado desde el 2017 con un nivel competitivo alto que se puede explotar aún más, para eso tienen a un profesor colombiano y patinador profesional entrenador de campeones mundiales en este deporte.

    Lamentablemente, todos nuestros deportistas prodigios del patinaje, tienen un solo lugar en Lima para poder entrenar a nivel competitivo: el patinódromo de la sede legado Costa Verde.

    Solo en San Juan de Lurigancho existen cuatro clubes de patinaje con más de 300 patinadores de los cuales 84 son de alto nivel y son niños que desde temprana edad que se vienen preparando para lograr lauros en este deporte. Como Lautaro, un adolescente de 14 años que ya ha ganado numerosas competencias y se perfila como campeón nacional. Sale del colegio y llega a su casa caminando, directo a preparar el almuerzo para él y su hermano menor, ya que se mamá trabaja todo el día y no está en casa.

    Alista sus patines y todo lo que necesita para irse solo en autobús hasta la Costa Verde para entrenar y seguir cumpliendo sus sueños.

    En San Juan de Lurigancho hay más clubes que están en proceso de federarse para expandir aún más el deporte en la niñez del distrito. Por lo pronto, a falta de patinódromos, utilizan también un centro deportivo que no es apto para el patinaje, pero que sirve al menos para que un día a la semana no tengan que ir hasta la costa verde.

    La segunda parte del sacrificio llega cuando se acaba el entrenamiento  y cae la noche. Junto a sus padres deben caminar desde el patinódromo hasta el primer paradero del corredor morado para volver hasta San Juan de Lurigancho. El camino de regreso son casi 3 horas más, vuelven cansados, durmiendo durante el recorrido y algunos hasta cenan, pues llegando a casa ya serán más de las 9 de la noche y tendrán que descansar para ir al colegio al día siguiente.

    Thiago con tan solo siete años, ya patina con los niños mayores. Desde pequeño su familia lo apoya para hacer de él un patinador de élite. Su esfuerzo es aún mayor, ya que a diario al volver a casa, debe caminar y subir escaleras hasta lo más alto de un asentamiento humano en la zona de Montenegro en San Juan de Lurigancho.

    El 10 de septiembre, la deportista Kaori Crisanto de San Juan de Lurigancho fue la primera peruana en ganar una medalla panamericana para nuestro país en una competencia internacional. Ese el sacrifico de los niños patinadores del distrito más poblado del Perú. Saben muy bien que, si quieren cumplir sus sueños, deberán esforzarse y para eso solicitan al IPD la construcción de un patinódromo en San Juan de Lurigancho que les permita demostrar de lo que son capaces cuando les toque representarnos a nivel internacional.