Hoy:

    Revelan nuevos detalles de la liberación de la joven que fue secuestrada por 72 horas en Comas

    La Policía encontró más evidencias de los responsables del rapto de tres días de la hija de una empresaria y que, finalmente, fue abandonada en una vivienda alquilada de Carabayllo

    Foto y video: América Noticias

    Fueron 72 horas de terror para Lucero a manos de delincuentes extranjeros, para quienes 2 millones de dólares valía la vida y libertad de la joven.

    Tras este portón de metal y paredes verdes, la hija de una pareja de empresarios vivió un infierno de tres días. Cerca a las 10 de la mañana del viernes, aparentemente Lucero Trujillo Vargas fue abandonada por sus captores en esta casa de la urbanización San Diego, en Carabayllo.

    La dejaron con la ventana abierta y sin mordaza, aun con las manos atadas, ella sacó sus manos por la ventana y a gritos pedía ayuda. Fue una mujer con su pequeño niño que la escucharon, se percataron que nadie la vigilaba, valientemente la rescatan y trasladan con las autoridades.

    Ingeniera industrial de 27 años, jovial, bailarina, amante del deporte y sobre todo buena hermana. Era martes 7 de noviembre, la joven aparece caminando en el jirón Señor de los Milagros, el reloj marcaba las 9 y 21 minutos de la mañana, recibió una llamada telefónica.

    Avanzó por la vereda de la cuadra 3 del jirón Julio César Tello, a tan solo unos 20 metros del almacén de la empresa. Dos meses antes, dejaron una granada en el almacén de la empresa de la familia Trujillo.

    Cada hora que pasaba era crucial para dar con el paradero de Lucero, los delincuentes no se comunicaron con la familia, hasta el día dos. La vivienda donde retuvieron a Lucero fue alquilada hace ocho meses, por un sujeto conocido como Lolo, un hombre dedicado a criar gallos de pelea, que vivía ahí junto a su pareja, una ciudadana venezolana conocida como Milita.

    Según los vecinos, el día martes Lolo, se llevó gran parte de sus gallos, justo cuando lucero ya había sido raptada.

    En julio de este año, a tan solo dos cuadras de donde mantuvieron secuestrada a Lucero, una banda de delincuentes liberó al hijo de un empresario avícola, quien también había sido raptado.

    En lo que va del año se han producido 14 secuestros convencionales en todo el Perú, según información de la división de secuestros, es decir, donde se pide dinero a cambio de la liberación de la víctima.

    Las penas por secuestros van desde los 25 años, si hay mutilaciones o muertes, pueden llegar hasta la cadena perpetua. La policía está tras los pasos de quienes encubrieron, cuidaron, movilizaron y ejecutaron este rapto.