La reunión desconocida de la suspendida fiscal Patricia Benavides
El ex asesor de la hoy separada Fiscal de la Nación reveló que Patricia Benavides habría solicitado en una reunión suspender las investigaciones en su contra por la Junta Nacional de Justicia
En el edificio ubicado en el cruce de la Avenida Abancay con Nicolas de Piérola, en el Centro de Lima, trabaja un personaje al que esta semana fuimos a buscar. En aquel lugar funciona la Corte Superior de Justicia de Lima. Aquí, en el noveno piso están las oficinas de la Primera Sala Constitucional. Aquí despacha el juez Luciano Cueva Chauca.
El hombre que, en agosto de este año, tuvo una reunión con la exfiscal de la Nación, Patricia Benavides, encuentro que ahora ha despertado todas las sospechas del equipo especial que investiga la corrupción en las altas esferas de la fiscalía.
Benavides es la mujer que, también desde un noveno piso, dirigió hasta hace diez días la Fiscalía de la Nación y que fue destituida luego que la policía detuviera a un trabajador de extrema confianza que le supo guardar más de un secreto.
Ese hombre es Jaime Villanueva, fue gerente general de la Fiscalía y ahora busca ayudar a la justicia. Luego de ser detenido por formar parte de una organización criminal que encabezó Patricia Benavides, según la hipótesis fiscal. Se cuenta que actuó como operador a favor de sus intereses políticos y judiciales de Benavides. Las gestiones políticas quedaron registradas en chats con congresistas que lo delataron.
Villanueva ofrecía archivar investigaciones contra los parlamentarios a cambio de votos que evitaban cualquier posibilidad de que Benavides pudiera ver peligrar su cargo. Todos esos actos, según Villanueva, ocurrieron bajo la atenta mirada de la exfiscal de la Nación.
Cuando el juez Luciano Cueva dice “el tema actual”, se refiere a una resolución judicial que, por esos días, Patricia Benavides esperaba ansiosa: Una medida que, en sencillo, paralizó todas las investigaciones en su contra que realizaba la Junta Nacional de Justicia.
Aldo Vásquez es el vicepresidente de la Junta y cuenta que contra Patricia Benavides hay cerca de veinte casos que se encuentran en investigación preliminar.
Lo que Jaime Villanueva narró, el exhombre de confianza de Patricia Benavides, es que por esa razón durante la primera semana de agosto de este año, la exfiscal de la Nación presentó un recurso legal al Poder Judicial para detener las investigaciones.
Ese hecho ocurrió. La sala que debía resolver el pedido está ubicada en el piso ocho de la Corte Superior de Justicia. Nos referimos a la Sexta Sala Constitucional que opera un piso abajo de las oficinas del juez Luciano Cueva a quien Patricia Benavides llamó por teléfono para citarlo en su despacho.
La reunión se concretó al día siguiente de esa llamada en el piso nueve de la Fiscalía de la Nación, como ha confirmado el juez Luciano Cueva.
La reunión ha sido confirmada por Jorge del Castillo, abogado de la exfiscal de la Nación. Sin embargo, hay dos contradicciones en la versión que dió Benavides a su abogado. Ella ha dicho que no lo llamó a Cueva, que fue una visita protocolar y que no se habló de su problema con la Junta Nacional de Justicia.
La versión del juez Luciano Cueva, era otra. La versión que Patricia Benavides le ha dado a su defensa tiene dos detalles adicionales. Su reunión con el juez Cueva no figura en el archivo de sus actividades oficiales en la web de la Fiscalía. Además, hemos revisado el registro de visitas al Ministerio Público durante el mes de agosto de este año y no figura ningún ingreso del juez Cueva. Hasta donde hemos podido constatar, no hubo registro formal de la supuesta visita protocolar. La versión de “visita institucional” tiene poco sustento para algunos abogados, como el doctor Miguel Pérez Arroyo.
Según los testimonios recogidos, el entonces hombre de confianza de Patricia Benavides, Jaime Villanueva, estuvo presente en esa reunión. Él mismo habría contado, durante su detención, que dicha reunión fue el primer paso que dió Patricia Benavides para acercarse e influenciar a una sala cercana a la que decidiría su reclamo: el de suspender las investigaciones en su contra en la Junta Nacional de Justicia.
El juez Luciano Cueva trabaja en la Primera Sala Constitucional y el pedido de Benavides, por esos días, estaba por resolverse en la Sexta Sala Constitucional. Esa es la mejor defensa de Cueva y Benavides.
Sin embargo, los fiscales que investigan al exgerente de la Fiscalía, Jaime Villanueva, no piensan igual. Ya han tomado la declaración del juez Luciano Cueva y están citando a otros magistrados que también habrían sido contactados.
Lo concreto es que durante la misma semana en que se realizó la reunión entre el juez Cueva y Patricia Benavides. El Sexto Juzgado Constitucional le dio la razón a Benavides y, así, le permitió bloquear las investigaciones en su contra que la Junta Nacional de Justicia venía trabajando.
Pero mientras se esperan las decisiones judiciales, en otro escenario los congresistas buscaban darle una ayuda a la suspendida fiscal. Buscaban una remoción express de la Junta Nacional de Justicia por haber suspendido a Benavides. No hubo definición porque el presidente del Congreso Alejandro Soto decidió aceptar el plazo adicional para sustentar su defensa pedido con los miembros de la Junta.
Eso desató las iras de los congresistas Alejandro Muñante y Jorge Montoya, impulsores de la medida. Muñante y Montoya hicieron llamadas. Sus asesores hablaban con la bancada fujimorista para saber qué era lo que había pasado. Hablaron con otros colegas congresistas y en ese momento empezó a correr un documento pidiendo la vacancia del Presidente del Congreso que no prosperó. El pleno del Congreso cerró la sesión y no se discutirá la remoción de los miembros de la Junta Nacional de Justicia hasta el próximo año.
Por lo menos hasta el próximo año la Junta seguirá investigando los casos de la suspendida fiscal Benavides. Uno de esos casos, tal vez el más serio e importante. Es la investigación se le abrió por cambiar a una fiscal que investigaba a su hermana Emma Benavides, una jueza con 30 años de experiencia que está acusada de liberar narcotraficantes a cambio de dinero, y que esta semana volvió a pisar la Junta Nacional de Justicia para defenderse.
Lo hizo en su camioneta Porsche. Llegó y partió a toda prisa, la misma prisa que muchos tienen para destituir a una Junta Nacional de Justicia que deberá definir si ella y su hermana Patricia finalmente quedan fuera del Ministerio Público. Una decisión que seguramente no llegará con la misma rapidez con la que Benavides se fue en su lujosa camioneta, pero que seguramente las perseguirá y de cerca, en los próximos meses.