Policía ya no vigilará a internos del penal de Lurigancho
Un preso se escapó con ayuda de 4 policías en marzo y otros han intentado fugarse en varias oportunidades
9600 presos en una de las cárceles más peligrosas y hacinadas del país: el penal de Lurigancho. Solo 200 policías en dos turnos para resguardarlos, lo que significa que un solo agente debe estar pendiente de por los menos 97 reclusos.
La situación en este centro penitenciario es incontrolable. Los presos hacen de todo por escaparse e incluso uno condenado a 17 años por tráfico ilícito de drogas lo consiguió el pasado 30 de marzo. Su nombre es Jorge Medina Galván, quien huyó con ayuda de 4 policías cuya misión era vigilar a los internos.
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Pero no hay que irse hasta marzo para encontrar episodios de descontrol en este recinto. El último martes este penal fue el escenario de un intento de motín protagonizado por 50 reos que se subieron al techo del pabellón 5 y quemaron diversos objetos.
Sus estrategias para tratar de huir de esta cárcel también son ingeniosas. Hace unas semanas dos internos se escondieron dentro de esculturas de la Virgen María cuyo interior era hueco. Sin embargo, sus planes de fuga no tuvieron éxito.
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Ante esta terrible situación que se vive en este penal, la ministra de Justicia y Derechos Humanos, Marisol Pérez Tello, precisó en entrevista a El Comercio, que ya se está coordinando con el ministerio del Interior el proceso de transferencia de Lurigancho.
La Defensoría del Pueblo ha recomendado que el INPE se haga cargo de esa cárcel; mientras, el director de esa prisión, Tomás Garay, ha informado que a fines de este año la policía ya no se encargará de la custodia del penal de Lurigancho.