Hoy:

    Piura: capturan a presunta organización que extorsionaba en obras de reconstrucción

    Labores de inteligencia han establecido que ‘Los Capos de Construcción’ estaban dedicados a la extorsión, sicariato, marcaje y a la tenencia ilegal de armas de fuego

    Capturan a banda que extorsionaba en obras de reconstrucción en el norte. Foto: captura de TV

    La Policía capturó a una presunta organización criminal que se venían llenando los bolsillos, con el dinero destinado a la reconstrucción en Piura y no precisamente con técnicas de ingeniería. Ellos amenazaban, extorsionaban y hasta asesinaban, a empresarios, ingenieros o maestros de obra que no les pagara un cupo. Los conocían como ‘Los capos de la construcción’, y fueron doblegados por la Policía.

    El primero en ser capturado fue Leonel Correa Calero, alias ‘El Gordo Calero’, sindicado como el cabecilla de este clan familiar. Habría afinado la vista y sus ambiciones, creando falsos sindicatos de construcción civil para extorsionar, en todo Piura.

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    Las investigaciones apuntan a que ‘El Gordo Calero’ y su hermano Cleyter Correa Calero, conocido como ‘Tete’, lugarteniente de la organización, hoy investigado, vieron una verdadera mina de oro en los estragos ocasionados por el Fenómeno del Niño Costero a principios del año pasado. Casas destruidas, pistas y veredas destrozadas, infraestructura dañada por todos lados, lo que para muchos era dolor y frustración, que se lograría superar ni bien empezara a reconstruirse la ciudad de Piura, para los capos de la construcción era una oportunidad que no desaprovecharían.

    Ni bien llegó la inyección económica del estado a esta ciudad, y se planificaron las obras, esta presunta banda, a decir de las autoridades, ya estaba centrando a los ingenieros y empresarios para sacar su tajada a la mala. En todo el mapa de la reconstrucción estaban ellos.

    Labores de inteligencia han establecido que ‘Los Capos de Construcción’ estaban dedicados a la extorsión, sicariato, marcaje y a la tenencia ilegal de armas de fuego. Una vez que visualizaban una obra, ingresaban con amenazas, proponiendo, por así decirlo, dos modalidades a los empresarios. La primera, pagar por el llamado “chalequeo”, es decir, dar seguridad para que otra banda delincuencial no los extorsione y la segunda, dar cupos de empleo.

    Lo peligroso venía si alguien se negaba a sus requerimientos. El marcaje a los familiares de los empresarios e ingenieros era lo primero, luego las llamadas amenazadoras. Pero también el amedrentamiento en la puerta de las casas de sus víctimas.

    Las víctimas estaban aterrorizadas y muy pocas se animaron a denunciar. Algunos empresarios se animaron a abandonar las obras por miedo. 

    Entre los muchos factores que retrasan las obras de reconstrucción de esta ciudad, está la delincuencia y esta presunta banda organizada había calado tan hondo que hasta tendría en sus filas a policías, entre ellos personal de inteligencia de Piura. Ellos habrían filtrado información de operativos.

    En el organigrama establecido por las autoridades, las mujeres intervenidas eran las recaudadoras de dinero, también estaban los que ingresaban a las obras, el aparato legal, los informantes y una intermediaria con la Policía y los sicarios como su brazo armado, que tendrían que ver con ajustes de cuentas a delincuentes rivales.

    En la lista de obras donde esta organización criminal se habría atrincherado está el parchado de la avenida Grau, el by pass de Piura-Sullana, la autopista el Sol y la construcción de la vía Sánchez Cerro, entre otros. El operativo estuvo a cargo de la División de Investigación contra el Crimen Organizado de la Dirincri y los fiscales de crimen organizado. A esta organización también se les acusa de traficar terrenos.

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    En esta intervención policial que les quitó el sueño a 38 presuntos integrantes, se incautaron armas de fuego y municiones, que vienen siendo sometidas a varias pericias. Para los fiscales de crimen organizado ha causado gran preocupación que en la mayoría de operativos realizados en lo que va del año, los intervenidos con armas tengan licencia para portarlas.

    El operativo se dio en simultáneo en 42 inmuebles en Piura y Sullana y en dos celdas del penal de Río Seco. Los capos de la construcción, según la Policía tenían el control de obras en Piura, Paita y Sullana, pero las modalidades delincuenciales que emplearon, lamentablemente están ocurriendo en todo el norte del país, que sigue sufriendo el retraso de la reconstrucción.