Pasajeros y transportistas temen por ola de extorsión
Diversos conductores de buses de transporte público temen por sus vidas al momento de trabajar. La ola de extorsión también genera zozobra entre los pasajeros
Bandas de extorsión que quieren tomar el control del transporte que usted toma a diario, apuntando y disparando sin piedad a choferes y cobradores, sin importar que el bus esté lleno de pasajeros.
No dan su rostro, temen por sus vidas ya que sicarios tienen sus rutas en la mira.
Escenas que se repiten en todo Lima y que provocan un solo pensamiento en los trabajadores de transporte: "¿Hoy me tocará a mí?"
Rutman Berrios, ya iba a cerrar su jornada laboral, iba a dar su última vuelta, esperaba pasajeros cuando le llegó la muerte.
Padre de familia de dos niños y administrador, no encontraba trabajo en la profesión que estudió, así que decidió dedicarse al transporte para brindarle lo mejor a su familia. Sobre su cadáver dejaron un mensaje, que evidencia la disputa entre bandas criminales que piden cupos.
Han pasado tres meses, Nora y Nicolas, tíos de Rutman, hasta ahora no reciben ninguna respuesta de la policía ni de la fiscalía sobre quién mató a su querido sobrino. Viven en el miedo. A los pocos días de la partida de Rutman, Nora sufrió una parálisis facial, provocada por el nivel de estrés, depresión y preocupación que siente por sus demás hijos que también trabajan en transporte.
Un constante pavor que viene aniquilando choferes, jaladores y destrozando familias. Un profundo terror que ha provocado que muchos renuncien para salvar su vida, como lo detalla la representante de una empresa de transportes; protegeremos su identidad por seguridad.
Y quienes no pueden dejar de trabajar viven en zozobra. Solo les queda encomendarse a Dios para llevar con bien a los pasajeros; ese es el caso de Hubert Aldavia, que pide todos los días llegar sano y salvo a casa para ver a sus hijos.Martín tiene más de 30 años como conductor de transporte público.
Dice que jamás vio una situación similar, donde están bajo amenaza y los pasajeros no pueden subirse a un ómnibus en paz.
Para él, dar un paso al costado no es una opción porque aún le tiene que dar educación a dos de sus cuatro hijos. Dice que hacer rutas largas cada vez es más peligroso.
Hace unos días, el crimen contra el conductor de la línea El Rápido, Gustavo Salazar Yachachi, en San Juan de Miraflores, ha conmocionado al Perú. La policía capturó al presunto cabecilla de la banda criminal Los Mexicanos, Henry Tirado Salazar, quien estaría implicado en esta muerte.
El miedo de no regresar vivos a casa es para todos, usuarios y trabajadores del transporte que cientos de miles de personas usan a diario. ¿Hasta cuándo seremos presos de los extorsionadores que no permiten algo tan cotidiano?