Paratía soporta temperaturas de -15°C y su alcalde pide ayuda
Según la autoridad, desde Lima han dicho que no hay presupuesto para la construcción de viviendas y cobertizos
El distrito de Paratía, ubicado en la provincia puneña de Lampa sufre una de las peores heladas de los últimos años: sus habitantes soportan temperaturas de -15°C.
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El mal tiempo y la nieve lo han cubierto todo. Casas, carreteras, pastizales, ganado. Toda una población afectada por este contratiempo climático.
Pedro Cabana, el alcalde del distrito, ha dicho a Canal N que hasta el momento son más de 34 mil camélidos afectados y 600 perdidos por este evento.
Paratía es una región que solo vive del ganado. Esta actividad da de comer a sus pobladores.
En las zonas altas, la situación se torna más complicada. No hay acceso a vías para llevar ayuda, las personas no pueden atenderse en postas médicas y los ganados ya no tienen comida.
"Este año ha sido demasiado azotado. Sabíamos llegar a los -13°C, pero esta vez ha sido más. Es preocupante para la salud de nuestros pobladores", dice al respecto el alcalde Cabana.
La zona ha sido declarada en emergencia y esto ha servido para que el Gobierno envíe como ayuda un importante lote de frazadas y abrigos.
Sin embargo, esta contribución está bastante alejada de lo que realmente necesitan los vecinos de esta zona de la montaña en Puno.
"La atención ha sido en cuanto a abrigos. Hemos solicitado la construcción de viviendas rurales pero (desde Lima) indican que no tienen disponibilidad de presupuesto", explicó Cabana.
A esto se suma que el gobierno local no cuenta con recursos suficientes para tomar acciones en su jurisdicción.
Y los pocos que tiene debe emplearlos en pagarle a médicos para que atiendan a quienes viven en las zonas alejadas.
"El municipio contrata técnicos en enfermería que atienden en un centro de salud en las zonas altas porque el Minsa no reconoce estos puestos de salud", explica el alcalde.
Lo que se necesita con urgencia es construir casas que puedan soportar este tipo de inclemencias del tiempo. Las frazadas aquí pasan a ser una anécdota.
Además, al ser un lugar de actividad únicamente ganadera, los cobertizos se hacen indispensables para cuidar del ganado.
"Solo con abrigos no podemos resolver el problema", dice la autoridad. Por ahora, el mal tiempo le da la razón.