Hoy:

    Odebrecht contrató con hijo de Luis Nava durante segundo gobierno de García

    El ex secretario del entonces presidente Alan García fundó una compañía que luego creció al trabajar con Odebrecht

    La empresa de Nava y sus negocios con Odebrecht. Video: América TV

    Luis Nava Guibert fue exministro y secretario general de la Presidencia de la República durante el segundo gobierno de Alan García Pérez. Mencionado esta semana por su cercanía con Miguel Atala, el exfuncionario de Petroperú al que las autoridades brasileñas del caso Lava Jato han encontrado un depósito de 900 mil dólares de Odebrecht en una cuenta de la Banca Privada de Andorra, por un presunto soborno.

    El cargo de secretario general de la Presidencia es el más importante en la administración de Palacio de Gobierno, el secretario es el brazo derecho del presidente y, en ocasiones, sus ojos y oídos. El hombre al que buscan desde ministros de Estado hasta importantes inversionistas extranjeros.

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    Pero, antes de llegar a Palacio, durante el gobierno fujimorista, Luis Nava se dedicaba a los negocios. En 1995, fundó una empresa de camiones de carga llamada Transportes Don Reyna. En julio del 2006, ya con Alan García en Palacio y antes de asumir funciones de gobierno junto a él, Luis Nava transfirió Transportes Don Reyna a su hijo mayor, José Antonio Nava Mendiola, quien la dirige hasta hoy.

    Nava padre, desde su nueva posición, despachaba con importantes empresarios, como parte habitual de su trabajo. Empresarios que por algún motivo buscaban reunirse con el presidente en funciones. Uno de esos empresarios fue Jorge Barata, cabeza de la empresa Odebrecht en Perú, hoy sometido a la justicia brasileña por el caso Lava Jato.

    Pero en ese tiempo, Odebrecht estaba en pleno apogeo, la gigante brasilera buscaba concretar operaciones importantes en nuestro país: carreteras, puentes, túneles, proyectos que se empezaban a cristalizar. Y así empezó a ser. A partir del siguiente año, 2007, Odebrecht consiguió obtener la buena pro para obras importantes y para ello contaba obviamente con empresas peruanas de distinto tamaño para operaciones como remoción de tierra y transporte.

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    Una de ellas, la que Nava padre había fundado y entonces su hijo José Antonio Nava dirigía: Transportes Don Reyna. El año siguiente, el 2007, fue de franco crecimiento gracias a los contratos que Transportes Don Reyna firmó para que sus camiones presten servicio en la construcción de la Carretera Interoceánica y después en otras megaobras a cargo de Odebrecht. Desde el 2007 hasta la fecha, la empresa de Nava ha constituido una flota que hoy supera el medio centenar de camiones.

    Cuarto Poder dió a conocer detalles inéditos de la relación contractual sostenida durante diez años entre Odebrecht y Transportes Don Reyna, y reveló aspectos aún desconocidos de la forma en que la empresa peruana se convirtió en una frecuente subcontratista de la gigante constructora brasileña.

    Transportes Don Reyna tiene en la actualidad una respetable flota de 54 camiones de las marcas Scania, Mack y Volvo. Pero no siempre fue así. Antes del 2007, contaba con algunas unidades usadas, pero es a partir de diciembre de aquel año que sus propietarios empezaron a adquirir vehículos nuevos. En el lapso de un año, es decir, entre diciembre del 2007 y diciembre del 2008, Transportes Don Reyna se hizo de trece nuevos vehículos de carga adquiridos vía leasing por el valor de 1’719,844 dólares.

    Pero no fueron cualquier camión. Los cinco primeros camiones de los 13, fueron despachados desde Río de Janeiro por la misma Constructora Norberto Odebrecht para Conirsa, el consorcio que integraban Odebrecht y las peruanas Graña y Montero, ICCGSA y JJC Contratistas para la construcción de los tramos 2 y 3 de la carretera Interoceánica Sur.

    Pero Conirsa no los usó directamente, sino a través de un curioso giro. En diciembre de ese año vendió los cinco camiones a Trasportes Don Reyna a través de un leasing, o arrendamiento financiero, con el banco BBVA Continental, de más de medio millón de dólares pagados con este cheque de gerencia. Una vez en manos de Nava, Transporte Don Reyna los puso al servicio de los tramos 2 y 3 de la Interoceánica, que construía Conirsa.

    Aquel año, 2007, fue uno bastante activo no solo para la empresa dirigida por Nava hijo. Como es sabido, Jorge Barata, el hombre de Odebrecht visitó Palacio de Gobierno entre setiembre y noviembre del 2007, en tres oportunidades.  Las dos primeras para reunirse con el presidente Alan García, y la tercera para hablar durante una hora y media con el secretario general Luis Nava Guibert.

    Las reuniones en Palacio continuaron el año siguiente. Según los registros, el 17 de enero del 2008, Barata regresó a la casa de gobierno para reunirse con el presidente García, el 7 de febrero visitó por dos horas a Luis Nava, y el 26 del mismo mes volvió a hablar con el presidente.

    En setiembre del 2008, la agenda aparece aún más activa. El día 10 visita a Luis Nava en Palacio el abogado Juan Hueza Panizo, directivo de Transportes Don Reyna y socio del Estudio Nava y Huesa Abogados, que también manejaba importantes contratos con Odebrecht, como lo reveló en el 2014 IDL Reporteros. El mismo 10 de setiembre llega al Perú en avión privado Emilio Odebrecht, entonces mandamás de la constructora y padre de Marcelo Odebrecht, quien también arribó el mismo día en vuelo comercial.

    El día siguiente, 11 de setiembre, los más altos jerarcas de Odebrecht, acompañados de Jorge Barata y de Luiz Antonio Mameri, acogidos actualmente a un proceso de delación en Brasil, se dirigieron a Palacio de Gobierno y se reunieron con el presidente García. Estas son imágenes de aquella conocida visita. A Nava padre, como es obvio, le correspondía estar ahí.

    ¿Cuánto sabían los reunidos allí de la relación entre José Nava, hijo del secretario visitado y cabeza de la empresa que era contratada por los magnates brasileños? ¿Informaron éstos al presidente García que Odebrecht cerraba negocios con la empresa que Nava padre fundó y que ahora estaba a cargo de su hijo? Hasta el cierre de esta edición, la empresa Odebrecht respondió que es difícil saberlo porque aquellos directivos están hoy presos en Brasil. El ex presidente García, a través de una carta, ha negado haber estado al tanto de esos negocios, y José Nava ha señalado que nunca habló de sus asuntos con su padre ni con el presidente.

    Pero es difícil imaginar que entre padre e hijo no haya existido comunicación. Según el registro de visitas a Palacio, un día después de aquella reunión, José Nava Mendiola visitó a su padre. Cinco días después, el 17, el presidente García viajó a Sao Paulo, Brasil para inaugurar la Expo Perú 2009, en donde se reunió con empresarios de ese país y con el entonces presidente Luiz Inacio Lula da Silva.

    Los negocios de Odebrecht en Perú pronto florecerían. Los de Transportes Don Reyna también. El 26 de setiembre, quince días después de la llegada de Emilio y Marcelo Odebrecht a Palacio, Don Reyna adquiere cinco camiones marca Volvo, con sus tolvas, por 762 mil dólares.

    Los hechos mantienen una curiosa sintonía. Once días después, el 7 de octubre, Barata y otros empresarios brasileños desayunan en Palacio con el presidente; el 14 de noviembre el gobierno aprueba el Decreto de Urgencia 045, que disponía medidas financieras para la ejecución del tramo 2 de la Interoceánica Sur, donde ya estaban las unidades de Don Reyna; y el mes siguiente, 20 de diciembre, la empresa de Nava hijo compra otros tres camiones marca Mack, con sus tolvas, por más de 450 mil dólares. 

    Diez días después el gobierno aprobó la Ley 29309, que declaró de interés nacional preferente la continuación de los tramos 2, 3 y 4 de IIRSA Sur, y para costear parte de esta obra emitió el Decreto Supremo 181, que aprobó un endeudamiento con la Corporación Andina de Fomento por 300 millones de dólares. Desde la compra de los primeros camiones nuevos había pasado solo un año, y Don Reyna había adquirido, como dijimos, trece nuevas unidades.

    El 2009 continuó de manera expectante para Odebrecht y también para la empresa de los Nava. El 23 de enero Barata vuelve a visitar a García en Palacio; el 19 de febrero ambos viajan juntos al Cusco para inaugurar un tramo de IIRSA Sur; y el mismo día el Consejo de Ministros aprueba en sesión extraordinaria un decreto de urgencia para la aplicación del préstamo de la Corporación Andina de Fomento para la Interoceánica Sur, y otro para encargar al Ministerio de Transportes y Comunicaciones la ejecución del Metro de Lima, obra a la que Trasportes Don Reyna también llevaría sus camiones.

    La línea de tiempo nos dice que seis días después, 25 de febrero, Don Reyna compra un camión más por 136 mil dólares, y dos semanas después el gobierno aprueba medidas extraordinarias para la ejecución de la Línea 1 del Metro de Lima.

    Seguimos en el 2009. Entre esas fechas y julio, se aprobaron nuevas adendas para la Interoceánica Sur e IIRSA Norte, a donde también llegarían los camiones de Don Reyna, y en setiembre de ese año Proinversión convocaba a concurso para seleccionar al operador de la Línea 1 del Metro de Lima.

    El 27 de octubre el presidente García vuelve a recibir en Palacio a Marcelo Odebrecht y a Jorge Barata, y el 2 de diciembre la Línea 1 del Metro de Lima es adjudicada a Odebrecht en consorcio con Graña y Montero. En total, las obras públicas y concesiones a cargo de Odebrecht y sus consorciados en las que fue subcontratada la empresa de Nava son las siguientes:

    Los tramos 2 y 3 de la Interoceánica Sur, en donde Transportes Don Reyna y dos empresas amigas, Constructora Sirius e Intersendas, tuvieron contrato desde el 2007 al 2010. IIRSA Norte, en donde hubo dos contratos, el primero, de junio a noviembre del 2010, y el segundo, de enero a abril del 2014. Las Líneas 1 y 2 del Metro de Lima, en donde se contrató a la empresa de Nava de octubre del 2012 a agosto del 2014. La Carretera Chacas – San Luis, a cargo del Gobierno Regional de Áncash, la misma en donde se han detectado pago de sobornos al expresidente regional César Álvarez. El proyecto de Trasvase Olmos, a cargo del Gobierno Regional de Lambayeque, en donde Odebrecht contrató a Don Reyna entre mayo del 2013 y agosto del 2014. Las carreteras del sistema Vías Nuevas de Lima, a cargo de la Municipalidad de Lima, con un contrato vigente desde octubre del 2014 a marzo del 2017. Y la Costa Verde tramo Callao, del Gobierno Regional del Callao, de julio del 2014 a junio del 2017.

    Esta relación no está considerando otras grandes obras privadas que también ejecutó Odebrecht y en las que también subcontrató a Transportes Don Reyna. En general, el concepto del servicio dado por Nava hijo fue desde el alquiler de sus volquetes, el transporte de desechos pesados, rocas y material de construcción, y el movimiento de terrenos. Los costos de cada contrato aún se mantienen en reserva.

    Por supuesto, las exigencias para Transportes Don Reyna eran cada vez mayores y por eso debieron comprar más camiones. Entre diciembre del 2007 y julio del 2011, al final del segundo gobierno aprista, la flota la integraban 23 nuevas unidades, adquiridas por leasing o por crédito. Entre diciembre del 2007 y julio del 2011, al final del gobierno aprista, Transportes Don Reyna invirtió por los 23 volquetes 3’811,473 de dólares.

    Y desde julio del 2011 hasta el 2015, durante el gobierno de Ollanta Humala, Nava compró una cantidad mayo. Ahora su flota es de 55 camiones. El valor actual de un camión Scania del modelo que posee Don Reyna supera los 140 mil dólares, y hasta hoy tiene camiones operando en el interior del país.

    El principal banco con el que ha trabajado es el BBVA Continental. Según el informe final de la “megacomisión” que presidió el congresista Sergio Tejada en el gobierno anterior, Carlos Nava Guibert, tío de José Nava y hermano del exsecretario de Palacio de Gobierno, fue un alto ejecutivo de esta entidad financiera. A través de operaciones de leasing con el BBVA, Don Reyna adquirió numerosos camiones, pero también inmuebles y modernos autos.

    Cuarto Poder se comunicó con José Antonio Nava. El jueves en la noche nos llamó por teléfono para defender la capacidad de su empresa. Aunque dicha llamada fue grabada, y así se lo hicimos saber al señor Nava, él nos ha solicitado abstenernos de difundir el audio.

    Sin embargo, por correo electrónico respondió algunas preguntas y dijo que para cuando empezó el segundo gobierno de Alan García, Transportes Don Reyna ya poseía una flota de más de 15 camiones, aunque no precisó los años de fabricación de dichas unidades.

    En su correo electrónico, José Nava también señaló que compró camiones mediante leasings bancarios porque es más rentable y porque la cuenta de la empresa tenía el flujo suficiente para acceder a créditos. También dijo que el mejor periodo para su empresa no fue el de Alan García sino el de Ollanta Humala, en el que se gestaron las obras más importantes y donde adquirió la mayor cantidad de maquinaria.

    Lo cierto es que el surgimiento y modernización de su empresa y sus vehículos, que se guardan en este taller de Huachipa, empezó en el 2007, y que la compra de equipos, piezas y repuestos de maquinaria en el extranjero realizada por la razón social Transportes Don Reyna SAC adquirió fuerza recién en el 2006, como lo indican estas Declaraciones Únicas de Aduanas, o DUAs, obtenidas por este programa.

    Un dato adicional es que dos meses antes de la adquisición de los cinco primeros camiones Scania a Conirsa, en diciembre del 2007, José Nava hijo abría en Miami, Florida, con su tío Guillermo Gálvez Vigil, la compañía G. Vina Corp. La firma fue cerrada en octubre del 2009. Según Nava, a través de ella se enviaron equipos, piezas y repuestos hacia el Perú, para Transportes Don Reyna.

    Pero tal vez la afirmación más importante que hizo fue que durante el segundo gobierno aprista ni su padre, el secretario general de la Presidencia, ni el presidente Alan García, conocían de sus negocios con Odebrecht. “Nunca tuve una charla en particular con ellos sobre el tema”, afirmó.

    Cuarto Poder preguntó a Alan García y a Luis Nava Guibert si en su oportunidad fueron informados de los negocios entre Don Reyna y Odebrecht, bien sea por los ejecutivos de la constructora brasileña que visitaban Palacio o por el propio José Nava Mendiola.

    El viernes 22 el exsecretario de la Presidencia envió esta carta a la dirección periodística de América Televisión y de Cuarto Poder, en donde ratificó que no tiene ninguna relación laboral ni societaria con Don Reyna desde julio del 2006, y que se reunió con Jorge Barata en solo dos ocasiones para recibir las invitaciones hechas por Odebrecht al presidente García para inaugurar obras.

    El mismo viernes también llegó la respuesta del expresidente García. El escrito, fechado en Madrid, señala que las únicas actividades de Luis Nava de las que estuvo informado fueron las de sus funciones como secretario de la Presidencia, “no encontrándose dentro de ellas –señalóm– las relaciones que sus hijos pudieran haber tenido con terceros”.

    Señaló, además, que Nava pudo ejercer su trabajo a “dedicación exclusiva” porque ya no era parte de la empresa, y que la aprobación de las adendas y presupuestos para la Interoceánica Sur y otras obras no fue competencia de ninguna oficina de la Presidencia de la República.

    Ya está en manos de los fiscales que investigan el caso Lava Jato preguntarles a Marcelo Odebrecht, a Luiz Mameri y a Jorge Barata si saben algo de esta historia.