Las negociaciones en el secuestro de la empresaria Jackeline Salazar

Utilizaron, hasta lo que hoy se sabe, tres líneas telefónicas para comunicarse con el padre de la víctima, quien clamaba piedad para su hija

Caso secuestro Jackeline Salazar. Foto y video: Unidad de investigación América Noticias

Envueltos en el anonimato, los secuestradores mantuvieron demandas claras y precisas. Imperturbables, fríos y despiadados, así fueron los mensajes de negociación no sólo por la libertad, sino por la vida misma de la empresaria Jackeline Salazar.

Su determinación era alarmante, cada mensaje estaba cargado de tensiones y amenazas. Utilizaron, hasta lo que hoy se sabe, tres líneas telefónicas para comunicarse con el padre de la víctima, quien clamaba piedad en nombre de su hija.

Fueron once días de tortuoso cautiverio, once días empañados por el miedo, la desesperación, la violencia y la tortura.

A los audios y fotografías se sumaron también los videos de la tortura. Jackeline, ya sin fuerzas, intentaba infructuosamente que sus captores le tuvieran piedad, defenderse, liberarse de los desalmados criminales que tanto daño le hacían.

Fueron once días de un perturbador calvario de negociaciones por la vida de Jackeline Salazar.

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