Mujer que vive con una bala en su cabeza no tiene fecha de operación

A sus 66 años, Rosa Flores afronta la peor experiencia de su vida. Ha dejado de lado la comodidad y calidez de su casa en el Rímac para pasar varias horas sentada en un frío pasillo de emergencia del Hospital Arzobispo Loayza y conectada a una vía, por donde le suministran medicinas para el dolor. 

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El pasado sábado, Rosa Flores regresaba a su casa luego de asistir a la misa, caminaba por un lado de la Vía Evitamiento, cuando una bala perdida impactó contra su cabeza. 

“La vista se me nubló, sentí que me iba a desmayar, mi hija que venía conmigo me agarró, llamaron por celular a la casa para avisar que estaba mal”, contó la agraviada que fue trasladada inicialmente al Hospital Cayetano Heredia. 

Horas después la trasladaron al Hospital Loayza. Ahí la evaluaron nuevamente. Le dijeron que podía volver a su casa y regresar por emergencia si presentaba molestias. 

Su hija Gladys no se ha separado ni un momento de su madre. Ambas están a la expectativa de que se autorice una intervención quirúrgica o que la internen para monitorear su estado de salud. 

Para la especialista Alicia Becerra, la bala podría ser retirada más adelante pero no es una urgencia, pues la señora Rosa Flores se encuentra consciente. 

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A través de un comunicado, el Hospital Loayza informó que se ha brindado toda la ayuda y cuidados a la paciente y que se le realizaría una nueva tomografía para determinar si hay hemorragia interna.