Cuarto Poder accedió, en exclusiva, a una parte de los audios que fueron registrados por el capitán de la policía Junior Izquierdo, conocido como “culebra”. En reveladoras conversaciones con el hoy ministro Juan José Santivañez. Diálogos que lo colocarían en una delicada posición política y judicial.
“Culebra” afirma que grabó esta conversación cinco días después de la juramentación de Santiváñez, como ministro del interior. Cinco días después, de haber asumido el cargo desde el que puso en la mira a la Diviac, la división a la que pertenecía su entonces amigo “culebra”, quien comenzaba a dudar de los principios y lealtades del hoy ministro, el mismo ministro que lo corroboraría en sus relatos en los que involucra a la misma presidenta
“¿En dos oportunidades que quiere, que quiere cerrar la DIVIAC? Sí, sí. Le digo: no, no puedo. ¿Por qué no puedes? Primero porque es una unidad orgánica ¿ya? Es imposible, es imposible. Ahí sí me denuncian, con concha. Yo me he opuesto dos veces”, se le escucharía decir a Santiváñez en la conversación.
Lo que narra su interlocutor, según culebra, revela presiones y solicitudes presidenciales que apuntaban directamente a la desactivación de la Diviac, el equipo policial, que investiga al hermano de la presidenta, a su exabogado y ahora a un ministro de estado.
“A mí Dina me pidió cerrar la Diviac, dos veces. Hasta ayer me dijo eso [...] Yo le he dicho: no puedo, no puedo”, habría dicho Santiváñez ante Culebra.
El vínculo entre “culebra” y Santiváñez no es reciente. El ministro niega que sea su voz la registrada en los audios presentados ante la justicia por el capitán junior izquierdo. Pero las evidencias reveladas hasta hoy han impedido que Santiváñez pueda negar su amistad con culebra y que cenó con él en el chifa de San Borja el pasado 21 de mayo.
En los audios, culebra y quién sería el ministro del Interior, conversan el ascenso al poder de Juan José Santiváñez. Los cuestionables pedidos y reproches de la presidenta Dina Boluarte, la desactivación de la Diviac, el coronel Harvey Colchado, el ministro de justicia, Eduardo Arana e, incluso, comentan un episodio de encubrimiento a Vladimir Cerrón.
“Ya. (Ininteligible) que Dios me castigue si miento, te lo juro. Tú sabes que para subir todo vale. Me preguntó: ¿usted puede desactivar la Diviac? Yo dije: sí. Entré y ahora está preguntándome: tú no me dijiste que (ininteligible)”, se evidenció en el audio atribuido a Santiváñez.
¿Para subir, todo vale? ¿le ofreció la presidenta Dina Boluarte el cargo de ministro a cambio de condiciones puntuales, que incluían la desactivación de la Diviac?
Lo cierto es, que el audio se condice con la realidad. Desde el inicio de su gestión, como ministro del interior, Juan José Santiváñez petardeó a la Diviac. Su primer misil estuvo dirigido hacia a sus gastos. Reveló montos exuberantes, cifras que no se ajustan a la verdad.
Luego, acusó a la Diviac de la pérdida de un equipo de “chuponeo”, cuando en realidad no estaba perdido. Su artillería no cesó hasta convertir a la Diviac en una división de la Dirincri. Poco a poco fue desapareciendo el equipo policial que tenía en la mira al entorno presidencial.
En la conversación existe además una narración que detalla una molestia presidencial. Dos días antes de esta grabación, Juan José Santiváñez habría recibido una llamada de atención, por no criticar la labor del coronel Harvey Colchado quien estuvo en el allanamiento a la casa de la presidenta.
“A mí, por ejemplo, Mónica Delta me pregunta: disculpe, ¿usted cree que Harvey Colchado es buen policía? Y yo respondo… digo: para mí todos son buenos. Por eso a mí la tía me llamó, me metió una cach… ¿Qué?, ¿cómo? ¿cómo es posible? Usted debió decir que no, que es un policía politizado”, se le escucharía decir a Santiváñez.
La crítica no llegó en público sino en papel. En menos de una semana, de este episodio y de esta revelación realizada a culebra, Inspectoría General de la Policía abrió proceso disciplinario contra el coronel Colchado.
La Diviac era una piedra en el zapato no solo para la presidenta, sino también para su entorno más íntimo, pero hay más, hay un capítulo en esta historia que alcanza al prófugo, menos buscado de la justicia: Vladimir Cerrón.
“Él dice que acude a una reunión a Palacio de Gobierno, donde está la presidenta de la república y cuatro altos funcionarios, cuatro grandes, cuatro grandazos, y él informa que con un grupo de búsqueda que él había formado desde que era viceministro de orden interno, por abril de 2024, y que se mantenía [...] habían logrado ubicar el número de teléfono celular de una persona, que estaría presuntamente encubriendo al señor Vladimir Cerrón”, señaló José Carlos Mejía, abogado del capitán PNP Junior Izquierdo “culebra”.
La noticia revelada a la presidenta y a cuatro altos funcionarios, sospechosamente, duró poco. El abogado de culebra señala que, según Santiváñez, alguien habría filtrado la información que él proporcionó a la mandataria.
“E inmediatamente después de esta reunión, a las dos horas, este número que había sido identificado se desactiva. Y es entonces que con el grupo de la DIRIN llegan a una conclusión de qué, esta eso textualmente, habría un soplón o habría soplones dentro de Palacio”, aseguró el abogado Mejía.
¿Seguirá negando el ministro Santiváñez los chats, los audios y las grabaciones que obran en manos del capitán izquierdo? Pruebas que revelarían no solo sus intereses políticos y legales, sino que se extenderían también a los intereses políticos, legales y personales de la mandataria.